Hay miles de personas que padecen adicciones que son capaces de destruir de un momento a otro toda su vida. En esta ocasión, una mujer se declaró culpable de múltiples cargos de fraude luego de haberle robado U$S 680.000 a su ex trabajo en Tasmania, Australia. Además, reveló que perdió todo lo que robó en un juego de apuestas en línea.

La protagonista de este hecho es Rachel Naomi Perri. Esta australiana se desempeñó como gerente de finanzas en el Hospital Veterinario de Tasmania entre 2016 y 2019. Desde su puesto debía realizar, entre otras tareas, los pagos a los empleados.

La mujer transfería el dinero de la cuenta bancaria del hospital a una variedad de cuentas, tarjetas de crédito y préstamos personales los cuales estaban a su nombre, según la fiscal del caso Simone Wilson. Recién se "descubrieron anomalías en las transacciones bancarias", una vez que Perri había sido despedida. 

Rachel Naomi Perri debió comparecer ante un tribunal y se declaró culpable de 25 cargos de fraude informático por haber realizado las cientos de "transacciones fraudulentas" entre 2016 y 2019, en donde logró robar un total aproximado de 680.000 dólares, informó ABC Australia, que tuvo acceso a los documentos judiciales.

La acusada al ser interrogada por la policía, confesó que con todo el dinero compró fichas en el simulador de máquinas "Heart of Vegas Slots", uno de los juegos más populares en Google Play Store. El mismo está enfocado al género de casino. Sin embargo, lo insólito del asunto, es que este juego no permite canjear las fichas ganadas por dinero real, por lo que toda la inversión que realizó la mujer no podrá recuperarla.

"Heart of Vegas es similar a jugar a las tragamonedas. Pagas para adquirir monedas o créditos. Nunca se convirtió en dinero real. Perri no pudo ser capaz de explicar por qué estaba jugando ese juego", explicó Wilson.

Una mujer le robó 680 mil dólares a su trabajo y perdió todo en un juego virtual que no entrega dinero real (imagen Hearts of Vegas Slots)-

En tanto, Perri reconoció que se sentía "humillada" por su propio accionar, pero que se había metido en distintos problemas y es por eso que en ese momento lo único que se le ocurrió fue continuar alimentando su adicción hasta que todo finalmente saliera a luz. 

"Me metí en tantos problemas, pero decidí que seguiría hasta que me atraparan. Sabía que no podía salirme con la mía. Estaba esperando a que la policía llamara a mi puerta", aseguró la acusada durante el interrogatorio.

Además, durante el proceso judicial se comprobó que Perri ya tenía un historial de robo y adicción a los juegos de apuestas. En la década de 1990 fue condenada por robar 4.986 dólares en efectivo de su empleador y, en 2015, sacó fraudulentamente una tarjeta de crédito de 21.300 dólares a nombre de su esposo sin que este lo supiera.

Por último, Greg Barns, abogado de la mujer, afirmó al tribunal que su clienta había llegado a pasar varias horas consecutivas jugando en las "máquinas de póquer". De hecho, relató que en una oportunidad estuvo 16 horas jugando "continuamente en la máquina". Actualmente, Perri se encuentra bajo custodia y en pocas semanas se conocerá su sentencia, señaló RT.