Dicen que hay que tener cuidado con lo que se desea… y con lo que se promete. Una mujer le hizo una costosa promesa a su papá mientras permanecía internado en grave estado de salud y ahora, más allá de la alegría, “se quiere matar”: le dieron el alta y ahora deberá cumplir con su palabra.

Una usuaria de Twitter compartió con sus seguidores una tragicómica anécdota que comenzó como una tierna promesa y terminó con un dolor de cabeza. Los usuarios no lo podían creer pero le dieron aliento con sus comentarios y la historia se hizo viral.

La mujer, con el usuario @GetuliaVargas, contó que le prometió a su papá, quien estaba internado “muriéndose”, que si se salvaba lo llevaría un fin de semana al Hotel Sasso en Mar del Plata y al Casino de la ciudad balnearia, “que nos gastábamos 400 lucas en dos días. Mañana le dan el alta”, contó, entre la alegría y el lamento por la promesa hecha.

La publicación tuvo más de 50 mil likes y decenas de comentarios celebrando el posteo: “Nunca vas a gastar tan felizmente 400 lucas”;“Cuánto hubieses pagado para que fuera mentira si te decían q no zafó????”; “Posicionate en la desesperación de ese día en el que hacías cualquier cosa por que se quede....Bueno, acá está. Vale todo eso y más. Es festejo, no es gasto”; “Vamossss !! A disfrutar ese viaje y el casino ! Apuesten una fichita al 02 !”, se alegraron algunos usuarios.

Además, muchos internautas contaron historias similares: “Yo le prometí esto a mí mamita la semana pasada, y aunque peleó, no pudo.Disfrútalo”; “La magia de la timba! Mi abuela llegaba toda descompensada de diálisis pero igual se llamaba un remis y se iba al bingo”; “Mi abuela se estaba a punto de morir, le dijimos que cuando salga nos íbamos a comer pollo a la parrilla. A las dos semanas estaba caminando”, contaron.

En medio de los comentarios, la mujer reveló la razón de la internación de su papá: “Caída en la fábrica: siete costillas rotas. Neumotorax y hemotorax. Rotura de bazo, dos laparoscopias para limpiar pulmón, cinco cirugías con sus respectivas anestesias. Casi tres meses en terapia, un mes de rehabilitación. Llega a la casa y pide un pucho”, detalló.

Además, otros usuarios bromearon con la situación y le dieron ideas para zafar: “Le podés decir que estaba delirando por la anestesia”; “Siempre le podes decir que era un chistecito para motivarlo a vivir y luego tirarle un "de nada" jajajaja”.