Se supo: la influencer japonesa que andaba en moto, mostraba paisajes y contaba sus aventuras sobre la máquina de dos ruedas era al fin y al cabo un hombre que modificaba su apariencia con una aplicación que descargaba en su teléfono celular.

La chica se presentaba como Azusaga Kuyuki y en las redes sociales mostraba sus fotos en distintos lugares, siempre con una moto detrás suyo.. "Me gustan las montañas, me gusta el mar. Bikes, esquí de montaña, camping. Los sueños son cadáveres cubiertos de hierba", decía en su cuenta de Twitter, en la que también decía gustar de Hokkaido, la más septentrional de las islas que componen Japón.

Sin embargo, un detalle en una fotografía traicionó a la supuesta joven: el espejo retrovisor de su motocicleta no devolvía su imagen, sino la de un hombre mayor, con facciones duras, la piel curtida y algunas arrugas.

Entrevistado por un programa de entretenimientos de la televisión japonesa, la supuesta youtuber admitió el engaño y dijo que además de ser un varón, su edad era de 50 años, el triple de la que aparentaba en las imágenes. "Es que nadie quiere ver a un hombre», se justificó. De todas maneras, no dejó de ser influencer: cosecha más de 20 mil seguidores en Twitter.

Según contó, el cambio de look lo lograba con FaceApp, una aplicación que permite insertar un rostro previamente seleccionado, cambiando la identidad de la persona fotografiada.