Formar parte de una comunidad es una gran manera de tener la compañía de gente con similares intereses y hábitos, y para alguien que vive en la soltería esto puede resultar especialmente beneficioso. En el caso de la viral usuaria de TikTok Liz White, formar parte de una comunidad de jubilados a los 31 años puede parecer algo extraño, pero no preferiría estar en ningún otro lugar.

White se mudó a Florida desde Filadelfia después de terminar con su novio, volviendo a la casa de sus padres y una rutina de soltera. Pero sus padres ya se habían mudado de la casa de su infancia y estaban residiendo en una comunidad de jubilados, que fue a donde White fue a parar. Hasta el día de hoy, la mejor decisión de su vida.

"Básicamente, estoy jubilada en mi alma, pero no en mi cuenta bancaria que requiere que tenga un trabajo de tiempo completo", explicó White, quien se hace llamar @LizWizdom en TikTok, desde el complejo de departamentos para jubilados donde hoy trabaja de forma remota y disfruta de las salidas con sus amigos mayores.

Para la recién soltera White, el edificio repleto de residentes de, en su mayoría, más de 60 años, se volvió una comunidad que la recibió con los brazos abiertos. Después de experimentar la vida como jubilada honoraria, logró asegurar una unidad vacía en el edificio y vivir allí sola. "Otra unidad estuvo disponible para alquiler en el edificio, y el resto es historia", agregó en un video a sus más de 36 mil seguidores.

Las reglas de vivir como jubilada honoraria

En otro video, donde ofreció un recorrido por su codiciado apartamento, White explicó las reglas generales del complejo de apartamentos, incluso cuándo es apropiado socializar. Cada unidad tiene dos puertas de entrada: una "normal" y otra de vidrio. Si la puerta "normal" está abierta, es una invitación para que entren los vecinos, pero si está cerrada, es hora de la siesta.

Otras reglas incluyen tener que estacionar hacia adelante, lo que a White le encanta porque "retroceder en los lugares de estacionamiento es un rasgo de personalidad de bandera roja", y no comer ni beber junto a la piscina.

Si bien la mayoría de las reglas no son demasiado extravagantes, algunas pautas de construcción son un poco como una manta mojada. Específicamente, si un residente quiere tener un invitado durante la noche, se debe notificar a la gerencia. "Sin comentarios sobre si alguna vez he roto esa regla", admitió.

Las comodidades del edificio incluyen vistas al agua, una piscina climatizada, un gimnasio, un jardín comunitario e incluso una biblioteca, aunque algunos de los libros están escritos en una fuente anormalmente grande para atraer a sus lectores. "Algo curioso de algunos de estos libros es que están escritos en letra grande para que los ojos mayores los lean", dijo. "Entonces, si me ves leyendo un libro en la playa, debes saber que probablemente sea un libro con letra grande".

Ella y sus vecinos cenan juntos regularmente en comidas comunitarias, a pesar de la diferencia de edad, e incluso comparten una copa en la playa. El mes pasado, viajó a Austria para celebrar el 80 cumpleaños de un vecino. Pero muchos de los jubilados solo pasan los meses de invierno en Florida y regresan a otros lugares, probablemente más frescos, en el verano. Si bien dice que se entristece un poco al verlos irse, la "introvertida" en ella dice que "no es tan malo".

"Cuando vivía en una ciudad en un edificio alto, no llegaba a conocer a mis vecinos tan bien como ahora", dijo. Hay un ritmo de vida más lento en su edificio, y dado que casi todos están jubilados, dijo que la gente pasa más tiempo conociéndose unos a otros. "Vivir aquí me ha enseñado la importancia de tener una buena comunidad a tu alrededor".