Esta bizarra historia se dio a conocer en los últimos días en Túnez, África, luego de que una mujer acudiera al hospital creyendo que tenía una infección en la zona íntima, pero le encontraran un elemento de cocina en la vejiga. Debido a la gravedad de los hechos, la enferma tuvo que admitir que había usado el objeto como juguete sexual.

Muchas personas opinan que para el amor y el sexo no hay nada prohibido. En estos últimos años, han crecido considerablemente la venta de juguetes sexuales, cremas lubricantes, comida afrodisiaca y más. A pesar de que la industria que producen estos elementos no deja de sorprender con la creatividad de los mismos, hay quienes prefieren utilizar cosas de uso diario como pueden ser los utensilios de cocina, útiles escolares, entre otras. Lo cual es totalmente desaconsejado por los médicos especialistas en ginecología o urología.   

Esta semana, una mujer de 45 años llegó hasta el hospital de la ciudad de Sfax, Túnez, por un dolor fuerte en la zona vaginal. Ella ingresó diciendo que tenía una aguda infección urinaria, ya que tenía síntomas compatibles con dicha enfermedad. El médico que la atendió, la envió a realizarse diferentes estudios que incluyeron laboratorio, ecografías y ultrasonidos. 

Los resultados obtenidos de la prueba no fueron los esperados. El equipo de doctores del Centro Clínico Académico Habib Bourguiba descubrió que la paciente tenía un vaso de vidrio dentro de su vejiga. Como si fuera poco, el objeto cortante estaba encerrado dentro de un cálculo vesical de 8 centímetros de ancho. 

Tras el diagnóstico, la mujer confesó que utilizó el vaso en una práctica sexual. Se lo había introducido en la uretra y sin darse cuenta lo dejó en su cuerpo. La sorpresa llegó cuando aseguró que el elemento estuvo en su organismo al menos cuatro años. 

El estado de la paciente era crítico, por lo que los especialistas tuvieron que intervenir quirúrgicamente. La operación era la única forma de quitar el objeto de esa zona tan delicada, en caso contrario la señora tenía riesgo de muerte por la rotura del cálculo vesical. 

El caso fue revelado recientemente por la revista médica Science Direct. En esta entrega, los doctores que escriben en ella mostraron su preocupación por este hecho. En la misma se detalló que este caso se trataba de un “sondeo uretral”, que es una arriesgada práctica que realizan las mujeres para “aumentar el placer y la excitación sexual” de la mujer.

"Se han insertado varios objetos en la vejiga y muchos pacientes no los quitan por sí mismos y tienen mucha vergüenza de buscar atención médica, lo que es el origen de un cuadro clínico, la mayoría de las veces atípico, que se presenta en un terreno particular del paciente", comentaron los médicos. 

Así mismo, desde las organizaciones médicas no aconsejan utilizar objetos de uso cotidiano para prácticas sexuales. En caso de querer probar cosas nuevas, lo mejor es usar juguetes o elementos que ya hayan sido probados y autorizados para dicho empleo. Vale la pena recordar que la "zona íntima", tanto de mujer como hombres, son áreas muy sensibles y que por allí se pueden contraer muchas enfermedades de transmisión sexual que en algunos casos puede ser sumamente peligrosas. "El mejor tratamiento sigue siendo la prevención, equilibrando el trastorno etiopatogénico subyacente y mediante una buena educación sexual", concluyó el informe.

Por lo que se sabe, la mujer de 45 años salió del estado crítico. La paciente estuvo dos días en recuperación intensiva y volvió a su casa. Igualmente, quedo con cuidados postoperatorios y una gran lección. No se puede introducir cualquier cosa en cuerpo.