La inseguridad es una problemática que no distingue de edades ni lugares. Lamentablemente, la Argentina lo padece desde hace muchos años en una gran cantidad de puntos del país, por lo que los ciudadanos intentan protegerse a través de diferentes maneras.

En este sentido, en las últimas horas se conoció la historia de una anciana a partir del relato de un usuario de Twitter que se hizo viral en la red social del pajarito y generó una gran cantidad de divertidos comentarios.

El usuario de Twitter @pablodevoid contó la espectacular anécdota de una conocida: “La abuela de mi novia vivía sola en una casa grande en el Partido de La Costa. Cada 6/7 días salía al patio a tirar tiros al piso con un rifle del año del ojete, para que los vecinos sepan que estaba calzada y que sabía usarlo”. La publicación cosechó un éxito inmediato y se acercó a los 50 mil “Me gusta”.

“Cuando falleció, fuimos a vaciar la casa y encontramos la munición y el rifle horrendo al lado de la cajita de costura. Así entiendo el empoderamiento”, agregó.

Las respuestas al tuit viral

De inmediato, otros usuarios de la red social compartieron más historias de “mujeres pistoleras”.

Una de ellas contó la de su bisabuela, que vivía en el medio de la nada cerca de Daireaux: “Una noche estaba sola con mi abuelo cuando llego un forastero, la vio y quiso violarla. Ella siempre tenía en el bolsillo del delantal un revólver y un machetito”, relató.

Y continuó con su anécdota: “Ella desde adentro empujaba la puerta para que el tipo no entre, y cuando el violín metió tres dedos por la rendija se los cortó. Cayeron los dedos en el piso. Obviamente el tipo se rajó y nunca más se supo de él. Bisabuela TE REZO”.

En esa línea, otro usuario contó: “Cuando mi abuela ve gente que no conoce pasar dos veces por la cuadra pega dos tiros al suelo con el revólver”.

“Una vez encuesté a una señora y me dijo que hacía lo mismo. Que desde que enviudó temía ser blanco fácil entonces salía a tirar tiros para que supieran que estaba armada y que no tenía miedo de agarrarse a los tiros”, sumó otra.

“Yo duermo con mi katana y mi bastón de jojutsu al lado de la cama. No me gustan las armas de fuego; samurai no las usa”, completó otra mujer.