Las malas experiencias en restaurantes son constantes, pero que esos incidentes lleguen a la justicia es muy extraño. Esta historia comenzó en julio de 2020, cuando una pareja se quejó porque en un restorán le cobraron 2,50 euros por dos porciones de pan que no habían pedido y cuyo precio no figuraba en el menú.

El hecho ocurrió en Mesón Asador Carlos, un establecimiento gastronómico ubicado en Traspinedo (Valladolid). Pero el local tuvo la mala de suerte de que el cliente, llamado Pablo Gerbolés, era abogado y trabajaba en FACUA, una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro española, dedicada desde sus orígenes, en 1981, a la defensa de los derechos de los consumidores.

Al momento de pagar el ticket, Gerbolés advirtió que le cobraron 1,25 euros por cada una de las porciones de pan que no habían ordenado. Además, se percató de que en la carta online no aparecía el precio.

De inmediato, el abogado denunció el hecho en la organización donde se desempeña y comenzó la demanda. ¿Pero se puede denunciar algo así? Sí, pues en España un restaurante solamente puede cobrar el pan si su precio está bien especificado en el menú.

Así lo establece el artículo 60.2 de La Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios: el empresario se verá obligado a informar del "precio final completo, desglosando, en su caso, el importe de los incrementos o descuentos que sean de aplicación, de los gastos que se repercutan al consumidor y usuario, y de los gastos adicionales por servicios accesorios".

La causa avanzó y en octubre de 2021 el Servicio Territorial de Cultura y Turismo de Valladolid resolvió que era improcedente iniciar un expediente sancionador contra el restaurante al considerar que "no existe mala fe por parte del denunciado", puesto que el Mesón Asador Carlos reconoció y remedió el error.

De todos modos, los hechos relatados por la pareja constituían una infracción administrativa y como el establecimiento ni siquiera le había devuelto el dinero, el abogado decidió acudir a los tribunales.

Dos años después del suceso, los representatantes del local se presentaron en el juzgado y le pagaron la indemnización a Gerbolés: los 2,5 euros (unos $336) reclamados por el afectado y reconocieron su error para dar por cerrado el caso. Además, ahora su menú aclara en el aparado "Entrantes" que el pan cuesta "1,25 euros por persona".