Dejaron una dura reseña sobre su restaurante y el dueño respondió de forma visionaria: "Algún día, el mundo será nuestro"
Esta divertida historia viene directo desde España, en donde queda el local conocido como Braseria Las Nogaledas.
Desde que comenzara el siglo XX, los avances tecnológicos fueron enormes y atacaron prácticamente todos los rubros, entre ellos, el gastronómico. Ahora los restaurantes tienen sitio web, Instagram, y demás redes sociales, que les permiten promocionarse y comunicarse efectivamente con sus clientes. Sin embargo, entre estas mejores se coló un arma de doble filo: las reseñas de Google.
Si uno quiere probar un local gastronómico por primera vez, casi lo primero que hace es buscarlo en este popular buscador para ver qué dice la gente sobre él. Precisamente, en este caso, el dueño de un restaurante español tuvo que lidiar con una crítica muy fuerte y su respuesta se hizo viral.
Estamos hablando de Braseria Las Nogaledas, ubicado en la provincia española de Cáceres, el cual sufrió la ira de un comensal evidentemente insatisfecho. “Decepcionante en todos los aspectos. Hoy teníamos reserva a las 15:00 y nos han sentado a las 16:00 y porque nosotros nos hemos enfado. Mala gestión del restaurante, comida regulera y el dueño un impresentable, cobrando una ronda que supuestamente era gratis”, comenzó esta persona.
“Nos ha subido el precio de la carta cobrando de más una botella de vino. No volveré”, fulminó para luego otorgar la calificación más baja posible: una estrella sobre cinco.
Evidentemente esto no le gustó absolutamente nada al dueño del lugar, por lo que procedía a dejar un extenso descargo. “Te levantas una buena mañana, y vas al médico. Te sientas pacientemente a esperar tu turno, y los pacientes van pasando a consulta de uno en uno. Sales del médico y te acercas a la oficina de Correos a recoger un paquete. Coges tu número en la maquinita y esperas pacientemente a que te llegue el turno. La chica de la oficina los atiende por orden, de uno en uno”, comenzó.
“Luego te pasas por la carnicería a hacer unas compras, pides la vez y haces cola sin rechistar y resignándote a esperar quince minutos a que te atiendan, pues el carnicero no puede atender a más de una persona al mismo tiempo. Después al supermercado, y lo mismo. De uno en uno. En el Ayuntamiento. En la papelería. En la taquilla del cine. Llamas a atención al cliente de tu compañía telefónica y resulta que no pueden atender más de una llamada al mismo tiempo”, sumó.
Acto seguido, destacó el servicio del restaurante por sobre los “simples mortales”.“Porque cuando el resto de los simples mortales solo son capaces de atender a las personas de una en una, nosotros tenemos la capacidad de clonarnos en el espacio-tiempo y estar en varias mesas simultáneamente. Porque si nuestra habilidad nos falla y la gente espera una fracción de segundo más de lo debido, se esfuman como una fragancia en la brisa”, escribió.
Para finalizar la misiva, este hombre se tomó un trago de optimismo y aseguró que “algún día compañeros, usaremos este don virtuoso en nuestro beneficio y doblegaremos a las mentes más débiles. Algún día, el mundo será nuestro”.