Una moza de un restaurante de México sufrió un aberrante acoso por parte de un cliente que la obligó a esconderse en el baño. Además, el sujeto le dejó un insólito mensaje en el ticket que causó repudio masivo en las redes sociales.

Se trata de Tania Olivas, una joven trabajadora gastronómica que estaba dando su servicio en una mesa y el hombre comenzó una conversación que de a poco se tornó en una situación de acoso dramática.

La muchacha reveló en sus redes sociales que discutió con el cliente, quien le exigió varias veces su número de teléfono para hablar luego de que terminara de comer.

Como la moza se negó varias veces, y le aclaró que tenía pareja, este acosador agarró el ticket con sus gastos y le escribió un aberrante mensaje: “Que tu novio te deje la propina”.

Desde su cuenta de Facebook, Tania detalló cómo sucedió el episodio: “Me tocó atender a un cliente hostigoso y acosador que me pidió mi número insistentemente y le dije ‘no, amigo, tengo novio’”.

“Se enojó y me escribió esto -obvio no dejó propina- ahora resulta que tengo que pasar mi número para ganarme la propina”, manifestó la trabajadora con indignación.

La publicación en Facebook, que realizó en julio, tuvo una enorme repercusión por parte de los internautas, quienes se solidarizaron rápidamente con la empleada del restaurante.

Además, todos castigaron la actitud acosadora de este cliente, de quien no se conoce la identidad.

“Yo me hubiese quejado con los dueños del restaurante”, apuntó un usuario y otro señaló: “Es una vergüenza”. “Qué terrible que tengas que pasar por algo así”, lamentó otra joven.

Del mismo modo, varias personas le dijeron a Tania que en caso de que le toque atravesar una situación parecida, le deje al cliente en ridículo con un número de celular falso y, con eso, tampoco perder la propina.

"Me escondí"

Luego de la viralización de su publicación en Facebook, la moza habló con el medio local Informado Caribe y detalló todo lo que sufrió en su trabajo: “Me escondí en la cocina un buen rato, esperando a que se fuera”.

“Yo tenía miedo y me sentía culpable de esta situación. De repente entró mi compañero y mostró el ticket de pago de ese hombre”, agregó la empleada.

Además, la mujer reflexionó: “No me molestó que no haya dejado propina. Yo sé que no es obligatoria y aquí vienen muchas personas que así como dejan buena gratificación, otras no tienen más que para comer y se me hace injusto que paguen propina además”.

“Lo que me enojó es que crean que nosotras tenemos que ceder a lo que ellos quieren. Es horrible”, completó la empleada.