Resulta que Jay Kurji, de 40 años, compró una casa el año pasado en Leicester, para el momento no estaba terminada ya que faltaba finalizar parte del techo, por lo que decidió contratar a un albañil en febrero.

Lo que se le solicitó al contratista fue que hiciera unas remodelaciones y ampliara la construcción a dos pisos. Para el mes de mayo el trabajo estaba terminado y llegó el momento de abrir la billetera. Fue entonces dónde comenzó el problema.

Según el diario británico The Sun, el albañil pidió un pago extra de 3.500  libras que el dueño de la viviendo se negó a pagarle. Resulta que mientras Kurji se encontraba de vacaciones el trabajador decidió hacer justica por la falta de efectivo, así que decidió llamar a dos amigos y destruir totalmente la casa. Con la ayuda de maquinaria pesada derrumbaron el techo de toda la casa y dejaron los escombros en el jardín.

Así quedó la viviendo luego de la "justicia" realizada por el albañil. 

“Es una pesadilla, por desgracia elegí al peor contratista de Gran Bretaña”, comentó el ahora dueño de una pila de escombros. Al parecer Kurji se puso en contacto con la policía pero le dijeron que no había mucho para hacer ya que su caso era una “disputa civil”. El motivo que dio para no pagar fue que el trabajador un había terminado su tarea.

Ya se iniciaron las acciones legales correspondientes y hay una investigación en curso. Por más que esta historia todavía no tiene un desenlace si nos deja una moraleja: si no le va a pagar a sus contratistas no se vaya de vacaciones.