Divisorio, barato y clásico de invierno, el mondongo es uno de los ingredientes icónicos de la gastronomía argentina. Extraído del estómago de la vaca, más precisamente su intestino, este corte de carne se estableció como un favorito del pueblo menos favorecido económicamente y, aunque cayó en desuso en los últimos años, sigue siendo un imperdible de los días de frío.

Este plato proviene desde finales del siglo 16 de la zona de Lombardía, al norte de Italia, y el origen de su nombre es alemán: antiguamente se llamaba butze (vísceras), luego fue convertido en el dialecto lombardo en busa (panza) y más tarde fue transformado a bussech (intestinos). Con el correr de los años, el hecho de que fuera accesible económicamente hizo que su popularidad creciera y se extendiera hacia Sudamérica, donde es consumido en la actualidad principalmente en Argentina, Colombia y Perú.

A pesar de que ahora no es muy consumido, es de esas comidas que demuestran el amor a los seres queridos por el tiempo que lleva su cocción. Si querés sorprender a tu familia o amigos con un platillo único y económico, no dudes en seguir esta receta para una cazuela de mondongo capaz de levantar a los muertos.

Ingredientes:

  • 1kg de mondongo
  • 100 gr de panceta
  • 4 choricitos
  • ½ kg de pecho de cerdo
  • 2 cucharadas de aceite
  • 2 ramas de apio
  • 2 cebollas
  • 2 zanahorias
  • 1 cucharada de pimiento rojo
  • 1 taza de garbanzos
  • 2 tazas de caldo de carne
  • 5 cucharadas de tomate frito
  • 3 dientes de ajo
  • Perejil
  • ½ taza de vino blanco
  • Sal
  • Pimienta
Para combatir el frío, una cazuela de mondongo capaz de levantar a los muertos.

Modo de preparación

  1. Primero, hervir el ingrediente principal. Para que guarde su sabor se recomienda cocer con agua y una manzana verde partida por la mitad.
  2. Cuando el mondongo quede del todo tierno, retirar del agua y dejar enfriar.
  3. En una cazuela con un poco de aceite, rehogar la panceta que previamente habremos troceado. Cuando esté dorada, incorporar las cebollas y el apio bien cortados. Dejar que se vayan pochando poco a poco.
  4. Después de unos minutos, añadir las zanahorias y el tomate. Dejar que todo se cocine, revolviendo de vez en cuando para que los sabores se integren.
  5. Sumar los garbanzos, el vino y el caldo. Para darle más sabor, agregar el perejil, los ajos y el pimentón.
  6. En una sartén aparte, freír el pecho de cerdo e incorporar, troceado, al resto de los ingredientes. 
  7. Por último, agregar el mondongo y chorizo troceados. Para lograr un caldo consistente, añadir una cucharada de maicena.
  8. Servir bien caliente. ¡A comer!