La polenta es un clásico de la cocina argentina, salvando a más de uno cuando hay que salir del apuro o calentar el estómago en una noche helada de invierno. Y mientras la facilidad y rapidez de su cocción es una de sus grandes virtudes, también tiene gran potencial como ingrediente para todo tipo de recetas.

De origen italiano, la polenta acompaña la mesa de los argentinos desde hace varias generaciones. Es un plato abundante, cremoso, muy económico, y que en muchos hogares se acompaña con queso fresco, salsa de tomate o una boloñesa. Sin embargo, hoy en día también es común encontrarla en bodegones y restaurantes con sus muchas variantes.

Pero en los meses de calor, este plato caliente no es la primera elección de muchos. Por suerte, existen muchas maneras de incorporarla en recetas veraniegas o aptas para todo el año. Una de ellas es el chipá, este clásico latinoamericano que acompaña meriendas a lo largo del país.

Esta delicia cargada de harinas es una de las favoritas a la hora de acompañar el mate, ya que satisface el apetito calórico de la mañana o la tarde con una simple receta. Si bien es cierto que el chipá no pide muchos ingredientes, los pocos que pide son clave y difíciles de reemplazar. Por suerte, un poco de polenta puede salvar la tarde y crear unos deliciosos chipás para la merienda.

Así se preparan los chipás de polenta

Receta de chipás de polenta.

Ingredientes

  • 450 g de polenta
  • 250 g de queso mozzarella
  • 1 y ½ vasos de leche
  •  ½ vaso de aceite de oliva virgen
  • 2-3 huevos
  • 1 cucharadita pequeña de sal

Modo de preparación

  1. Primero, calentar la leche con el aceite de oliva en un recipiente de metal. 
  2. Cuando la mezcla esté a punto de hervir, verter en un bol sobre la polenta.
  3. Revolver constantemente para evitar la formación de grumos.
  4. A esta masa agregar la sal, dos huevos y el queso mozzarella. Mezclar hasta que se forme una masa homogénea y que no se pegue (si la mezcla queda muy seca, se puede agregar otro huevo)
  5. Lubricar una asadera con manteca o aceite de maíz.
  6. Con la masa, formar pelotas no muy grandes y colocarlas en la asadera a por lo menos cinco centímetros de distancia la una de la otra
  7. Hornear 15 minutos a 180º, o hasta que los chipás estén dorados
  8. Dejar enfriar sobre una rejilla. ¡A comer!