Esta receta de “crackers” sirve tanto de snack como para un desayuno o merienda, si se combina con otros elementos. Se prepara rapidísimo y requiere tan solo cuatro simples ingredientes: harina, sal, agua y aceite. 

Por su versatilidad, su crocancia y liviandad, las galletitas saladas son una opción muy rendidora que se luce en picadas, a la hora de acompañar el mate y hasta como reemplazo del pan para la hora de la comida. 

También conocidas como “galletitas de agua”, se cocinan a partir de un tipo de masa que requiere únicamente elementos que siempre tenemos en casa. Son económicas, ricas y saludables, y son tan fáciles de hacer que puede ser una gran receta para compartir un momento con los más chicos. 

Al tener un resultado neutro, se pueden agregar hierbas secas o queso rallado para perfumar y saborizar a gusto, e incluso semillas de sésamo, chía o girasol, que también aportarán fibra, color y textura. 

Esta preparación no lleva más de 30 minutos entre el armado y la cocción y rinde para 40 galletitas, que se pueden degustar solas o acompañadas de un delicioso dip de hummus, guacamole o queso. También se les puede untar paté, mermelada o dulce de leche. 

Se pueden condimentar con las hierbas que más te gusten para agregar sabor y color.
Se pueden condimentar con las hierbas que más te gusten para agregar sabor y color.

Receta de crackers caseras

Ingredientes de las galletitas saladas

200 gramos de harina de trigo

Sal a gusto

65 mililitros de agua

65 mililitros de aceite de girasol/oliva

Cómo hacer galletitas saladas

Para hacer la masa de las galletitas saladas volcar en un bol amplio 200 gramos de harina de trigo y añadir media cucharadita de sal. Hacer un hueco en la harina y verter sobre ella 65 mililitros de agua y 50 mililitros de aceite de girasol o de oliva.

Mezclar todos los ingredientes de la masa de las galletitas hasta integrarlos y formar un bollo uniforme. Llevar la masa a reposar a la heladera durante 30 minutos, para poder formar las galletitas.

Estirar la masa y cortar galletitas de unos 3 milímetros de grosor. Para ello, nos podemos ayudar de un cortante de galletitas redondo, un vaso o directamente en cortar en cuadrados o rectángulos con un cuchillo. 

Mezclar 1 cucharada de aceite de girasol, unos 15 mililitros, con unas gotas de agua y pintar cada galletita con esta mezcla. A continuación, espolvorearlas con una pizca de sal por encima.

Pinchar cada galletita 3 o 4 veces con un tenedor y hornearlas durante unos 15 minutos a 180 ºC con calor arriba y abajo. Retirar del horno, dejar enfriar unos minutos y disfrutar. 

Pincharlas con un tenedor va a ayudar a que no se inflen y queden parejas.
Pincharlas con un tenedor va a ayudar a que no se inflen y queden parejas.

Esperamos a que las galletas estén frías y las servimos como parte de un aperitivo o para acompañar nuestros dips favoritos.