Netflix estrenó hoy “Britney vs. Spears”, un documental sobre el largo proceso de tutela judicial que pesa sobre la reconocida cantante estadounidense. El especial de una hora y media brinda detalles sobre el control abusivo del que fue víctima, en la antesala a la audiencia que se realizará este miércoles entre la artista y su padre, en la que podría recuperar su libertad.

Se trata del cuarto documental sobre la vida de Britney Spears que se estrenó este año. Este martes, un día antes de que se lleve a cabo una nueva audiencia de su caso, Netflix lanzó “Britney vs. Spears”, una producción que repasa los detalles de la tutela por parte de su padre, Jamie.

Dirigido por Erin Lee Carr, creadora de “How To Fix A Drug Scandal”, el nuevo documental de la plataforma de streaming aborda la batalla legal de la artista por recuperar su libertad, el auge del movimiento Free Britney, así como su camino al estrellato: desde aquella niña que participó del exitoso Mickey Mouse Club de Disney hasta convertirse en una diva del pop internacional.

Bajo la premisa "Se acabaron los secretos. Se acabó el silencio", la producción de Netflix, apoyada en la periodista Jenny Eliscu, que entrevistó a la cantante en dos ocasiones para la revista Rolling Stone, aporta nuevas pruebas de las posibles irregularidades de la tutela que pesa sobre  Britney desde el 2008, a través de entrevistas exclusivas e informes confidenciales.

La investigación recorre los períodos más oscuros en la vida personal de la cantante, como su divorcio de Kevin Federline, la pérdida de la custodia de sus dos hijos, el consumo de drogas, las internaciones en centros psiquiátricos y el acoso constante de los paparazzi, así como el rol que los medios adoptaron durante cada uno de estos momentos.

“Britney vs. Spears” pone en evidencia el control que su padre ejercía sobre la artista pop, manteniéndola encerrada en su propia casa, con vigilancia 24 horas, registro de sus conversaciones privadas en su celular y monitoreo sobre cada actividad que realizaba y cada persona que veía. Según fuentes que presenta el documental, Jamie la obligaba a trabajar sin descanso con amenazas de impedirle ver a sus hijos.

Un informe del 2008 al que tuvieron acceso las realizadoras del especial, asegura que Britney padecía demencia, un diagnóstico que sirvió para reclamar su tutela pero que no condice con los compromisos laborales que la artista asumió durante los años posteriores: giras internacionales, 96 shows en vivo en un plazo de dos años en Las Vegas, el lanzamiento de dos álbumes y una participación como jueza en American Idol, entre otros.

La respuesta de Britney

En un post que subió a su cuenta de Instagram, Britney se refirió a la producción de Netflix: "Es una locura chicos...¡He podido ver un poco del próximo documental y debo decir que me rasqué la cabeza un par de veces! ¡He intentado no asociarme en este drama! Número uno... ¡Es el pasado! Número 2... ¿Puede el diálogo ser más elegante? Número tres... Guau, ¡han utilizado las mejores imágenes mías en el mundo! Qué puedo decir... El esfuerzo que han puesto".

Antes de hacer esta publicación, parece que Spears había subido otra foto que borró a los pocos minutos en la que decía: "Es una locura chicos... ¡He visto un poco del último documental y lamento tener que informarles que mucho de lo que han oído no es verdad!".

En mayo de este año, la artista publicó un mensaje similar en respuesta a otro de los especiales basados en su vida: “Tantos documentales sobre mí este año con las opiniones de otras personas sobre mi vida ... ¿Qué puedo decir... ¡Me siento profundamente halagada! Estos documentales son tan hipócritas... Critican a los medios y luego hacen lo mismo.