Tenía sospechas, escondió un grabador en la mochila de su hijo con autismo y descubrió que en la escuela lo encerraban solo en una oficina bajo llave
La mamá de un adolescente de 16 años contó cómo se enteró del maltrato y la discriminación que sufrió el menor en el establecimiento educativo. Las denuncias ya están en la Justicia y el INADI.
La mamá de un adolescente de 16 años con autismo vive un calvario. Desde que recibió el diagnóstico médico de su hijo, a poco de cumplir los tres años, el camino para lograr que se escolarice se convirtió en una odisea en la que los pasos burocráticos, el maltrato, la indiferencia, la ignorancia y la discriminación de las instituciones fueron los principales obstáculos con los que se topó. "Lo que empezas a vivir con las instituciones cuando te dan el papel del diagnóstico es una pesadilla, en vez de abrirse puertas, te las cierran", relató Valeria, quien prefiere mantener su identidad bajo resguardo, en diálogo con cronica.com.ar.
"¿Sabés como duele?", cuestionó Valeria. Es que según afirmó a los padres de chicos con discapacidades les "toca remar en dulce de leche". En su caso, la discriminación que sufrió su hijo por tener autismo, no sólo provino de los propios compañeros de aula, quienes lo excluian de los trabajos grupales y aislaban en los recreos, sino también "de las autoridades de la escuela". "Hubo actos escolares a los que no nos invitaron", expresó Valeria. Sumado al maltrato inusitado del que habría sido víctima su hijo, el cual descubrió escondiendo un grabador en su mochila.
Las denuncias fueron realizadas en el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), y en la comisaría de la Mujer de San Miguel, bajo la carátula de averiguación de ílicito, causa que está en manos de la fiscalía n° 20 en el Tribunal de Malvinas Argentinas donde el lunes próximo deberá prestar declaración testimonial.
En diciembre de 2019 Valeria inscribió a su hijo en la secundaria del Colegio Tolkien de Bella Vista, partido de San Miguel. "Cuando lo anoté me dijeron que era inclusiva, pero resultó ser que no", aseguró la entrevistada. Luego de clases intermitentes y virtuales por la pandemia de coronavirus. En marzo de este año, el menor comenzó a concurrir al aula con acompañante terapéutica. Pero ante un "reto fuerte y desmedido" por parte del director de la institución, de la que la acompañante terapéutica fue testigo, el menor no quiso ir más. "Colegio nunca más, me dijo", contó la entrevistada que le esbozó su hijo a la salida de la escuela.
Desde ese momento estuvo tres meses sin ir a clases, ya que "no había manera" de convencerlo para que lo hiciera.
Fue el 7 de septiembre pasado, cuando su hijo retomó la escuela. En ese entonces el menor estaba sin acompañante terapéutica, razón por la que su mamá preguntó si ella podía ser quien lo acompañe a clases, sin embargo, desde la escuela no la autorizaron.
"Tenía sospechas que sufría maltrato", esa sensación fue la que la impulsó a colocar un grabador escondido en la mochila de su hijo. La grabación consta de casi cuatro horas de duración. Según contó la mujer, a partir de la misma, advirtió que su hijo era aislado del resto del curso.
"Se nota que cuando mi hijo llega, él enfiló para el aula, pero lo llevan para otro lado. Se escucha que lo llevan a una oficina, solo, cierran la puerta con llave, después entra el director lo saluda y entabla una conversación, y mientras mi hijo está adelante de él, habla con una persona por télefono", contó Valeria.
En el registro de audio se escucha con total nitidez la conversación que el director de la escuela mantiene con su interlocutor, al que le dice lo siguiente: "Hola amor, estoy acá con el muchacho (nombra el apellido del menor) pensamos que no lo teníamos más pero acá está, sabes que ayer mandé la notificación por mail de la foto grupal anual a la madre y patética, lo mandó". Todo el llamado de índole privado transcurre con el niño sentado delante de él en el mismo habitáculo, sostuvo Valeria.
No obstante, en otro tramo de la grabación, el director mantiene otra conversación con alquien a quien le daría entender que el niño no comprende los ejercicios que le había dado para hacer.
"Che no la caza, le estoy dando una actividad de matemática y no la caza, no va ni para atrás ni para adelante", se lo escucha decir en un fragmento al director de la institución. Luego llega la preceptora, y entre ambos mantienen una conversación sobre su vidas personales.
"En un momento mi nene se desespera porque escucha los compañeros del recreo. No lo dejan salir, le cierran la puerta con llave. Mi hijo se larga a llorar, se escucha en la grabación, y lo callan, le hacen "shh"", expresó Valeria, quien a su vez contó que el menor tuvo que tuvo que "suplicárles" para ir al baño porque "no lo dejaban salir", de acuerdo a lo grabado en el registro.
"En ningún momento mi hijo pide para tomar o comer algo. Le iban a dar dos alfajores y dos coca colas, pero después se las nagaron", puntualizó.
A la salida de la escuela, Valera recuerda que su hijo estaba "mal, nervioso" y cuando ella le preguntó los motivos, él solo atinó a "correr la vista y mirar para otro lado".
Al advertir el episodio de maltrato que habría sido víctima su hijo, los cuales no descarta que se hayan reiterado, Valeria presentó el caso en la Dirección de Escuelas de Gestión Privada, de la ciudad de La Plata. Además, de las respectivas denuncias realizadas. Al poner en conocimiento a la escuela de lo que había pasado, la representante legal de la institución hizo un acta, y respaldaron el aislamiento del menor sosteniendo que "fueron indicaciones de la inspectora del nivel secundario de la región".
Desde entonces, el niño no está asistiendo a clase, "hasta tanto no se tome una nueva medida", remarcó Valeria, quien se niega de forma tajante a cambiarlo de escuela, por todo lo que implicaría para ella y su familia.
"No lo puedo cambiar de escuela, ¿Porqué el sabor amargo se lo tiene que llevar él?", cuestionó Valeria, quien afrmó estar viviendo un "calvario". "No quiero que esto quede así", concluyó.