Faltaban apenas unas horas para la celebración de Nochebuena. Matías Patricio Sills, de 41 años, recorrió el barrio Las Praderas, ordenó a quienes trabajaban con él en la cooperativa que repartieran pan dulces a los vecinos y luego desapareció. Lo encontraron a la mañana siguiente asesinado de un disparo en la cabeza en un descampado en Otamendi. Desde entonces, su familia reclama que los dos acusados, a quienes le encontraron prendas con sangre y balas similares a la que tenía la víctima en el cuerpo, sean detenidos. "Tenemos miedo pero queremos justicia", dijeron a cronica.com.ar.

Matías Patricio Sills, de 41 años, apareció asesinado el pasado 24 de diciembre.

La última persona que habló con Sills en la tarde del pasado 23 de diciembre fue su yerno Eduardo Lynch"A las 19.30 me dijo 'tengo que hacer un par de cosas, ahora te hablo'. El perito forense dice que falleció a la tarde noche de ese día. Así que parece que lo que tenía que hacer era por lo que lo mataron", contó su familiar a este medio.

El hallazgo ocurrió cerca de las 7.30 del 24 de diciembre en un predio sobre la calle Cordero, en el barrio Otamendi. La posterior autopsia determinó que Sills fue asesinado de un disparo en la frente, sin orificio de salida, con un calibre 9 mm; y que presentaba otros golpes y laceraciones en distintas partes del cuerpo. La hipótesis es que lo mataron en otro lugar y allí arrojaron el cuerpo.

Los sospechosos de la familia son dos hermanos, Sergio y Pablo Giménez. El primero, apodado El panadero, era compañero de la víctima en una cooperativa laboral que él coordinaba en Campana. "Él nos contó que este tipo lo había amenazado de muerte, y eso fue lo que declaramos en la causa. Hicieron allanamientos a domicilios de ellos que resultaron positivos: encontraron prendas y sábanas con sangre, y balas 9mm, pero para el Juzgado Nº2 eso no es prueba suficiente porque no ordenó su detención", contó Lynch.

La familia reconstruyó que Sills desapareció entre las 19.30 y 21 del jueves 23 cuando salió de la casa de unos conocidos, ubicada a pocos metros de la su vivienda, en Cavalli y Dellepiane. Entre ambos domicilios estaba la quinta de El Panadero, que se fugó esa misma noche, antes de que encontraran el cuerpo. Su hermano hizo lo mismo días después.

"Como no los metieron presos, aprovecharon para mudarse", lamentó Lynch. "Queremos que hagan pericias a los autos porque creemos que lo tiraron en ese descampado, pero no los tienen más. Estas personas pueden fugarse y cruzar a Uruguay", advirtió.

El lugar donde encontraron asesinado a Sills.

Sills había logrado reconstruir su vida. Tras recuperar su libertad en 2019, el hombre, padre de dos hijas, comenzó a vivir en Maquinista Savio. Colaboraba con un concejal de la zona y trabajaba en la coordinación de una cooperativa laboral en los barrios Las Praderas y San Cayetano. "La gente lo conocía y sabía que logró revertir su pasado", dijo su yerno.

A su vez, admitió que si bien tienen mucho miedo, marcharán este viernes hacia la Fiscalía de Campana para pedir la celeridad en la detención de los sospechosos, en la causa que lleva la fiscal Ana Laura Brizuela, a cargo de la UFI Nº2, de Zárate Campana