De los seis a los trece años sufrió abusos sexuales de su padre y se apoyó en la gastronomía para salir adelante: "Busco ayudar a más gente a sanar"
Todo el sufrimiento que vivió durante su infancia, lo canalizó en su amor por la cocina, y actualmente busca contar su historia para ayudar a otras víctimas que pasaron por lo mismo que él.
"Solo busco poder ayudar a más gente a sanar y poder salir adelante sin importar que les haya pasado", sostuvo Alberto Muñoz, un joven de 22 años, que habló con cronica.com.ar, sobre los reiterados abusos sexuales que habría sufrido de parte de su padre durante la infancia. Pese al calvario que vivió de chico, canalizó todo el sufrimiento en su amor por la gastrononomía y actulamente busca contar su historia para dar un mensaje de resiliencia destinado a aquellas víctimas que pasaron por lo mismo que él.
"A los 18 hice el clic y a los 20 denuncié en la comisaria sexta de Allen y en la comisaria de la Familia", relató Muñoz, en diálogo con este medio.
Los abusos sexuales denunciados comenzaron cuando Alberto tenía seis años y se extendieron hasta los trece, que fue el período durante el que vivió con su papá en una vivienda en la que trabajaba como casero, cuidando una chacra situada en la ruta 64.
"Ahí comenzó todo. Yo siempre vivi con mi mamá, pero todo esto pasó cuando yo me fui a vivir con él, entre mis seis y mis siete años", contó el denunciante, que además de su progenitor señaló a un amigo de este como otro de sus atacantes. Los abusos se habrían extendido hasta que el denunciado se fue a vivir a otra ciudad y Alberto volvió a estar al cuidado de su mamá.
"Los abusos sexuales eran siempre por las noches. Él se empastillaba y alcoholizaba, y ahí pasaba todo", relató.
Durante años sufrió en silencio. "Siempre fui muy antisocial y cerrado, nadie comprendía mi estilo de personalidad y lo que pasaba", manifestó.
Además, agregó: "Siempre sufrí mucho bullying de toda mi familia y de la sociedad, me juzgaban porque pensaban que yo era gay".
Aunque remarcó que él siempre supo que los actos a los que su progenitor lo sometía "constituían un delito", fue a los 18 años, cuando tuvo su primera relación de pareja y "le cayó la ficha" de que tenía que denunciar. A esa edad se volvió a reencontrar con su papá y desde entonces fue la última vez que lo vio.
No obstante, aseguró que aunque actualmente desconoce el paradero de su progenitor, afirmó haberse enterado que "le sacaron la tenencia de otros tres hijos que había tenido con otra mujer, y los dieron en adopción".
"La pareja y madre de los hijos, también sufría abuso sexual de parte de él, entonces se fue y los abandonó a todos, incluidos a los hijos", contó Alberto.
Durante el proceso de sanación que Alberto emprendió después de tanto dolor, el joven puntualizó que la fe en Dios y la gastronomía, se convirtieron en los sostenes en los que se apoyó para salir adelante y poder transmitir un mensaje de resiliencia a todas aquellas víctimas que pasaron por lo mismo que él. "Yo siempre supe que todo iba a estar bien", remarcó.
Actualmente es cocinero y parrillero, una pasión que descubrió durante su infancia cuando se quedaba solo y tenía que cocinarse.
"Es mi cable a tierra, yo cocino con amor y pasión, y de esa manera puedo mostrar quien soy y todo lo que puedo lograr a través de la cocina, y para eso hay que creer en uno mismo", concluyó.