El ingenio para cometer ilícitos por parte de los delincuentes nunca se interrumpió, ni siquiera en épocas de pandemia por Covid, ya que los engaños virtuales en busca de datos personales, cuentas bancarias y credenciales de acceso siguen a la “orden del día” y hay que estar atentos para evitar ser víctimas de esto.

Cuando se ejecutan ataques de phishing u otros tipos de engaños virtuales, lo primero que se piensa es en la vulnerabilidad de la plataforma o red social que se está utilizando. Pero, a diferencia de lo que comúnmente se cree, los usuarios de Internet son los que brindan gratuitamente (aunque sin quererlo) a los ciberdelincuentes la información que luego ser usada para una estafa, engaño o extorsión.

Estos hábilmente se aprovechan de los datos que se vuelcan en Internet a través de las redes sociales, chats, y foros para obtener un perfil del usuario, y luego utilizan esa información para ejecutar el engaño. Sobrados ejemplos hemos conocido los últimos meses de phishing bancario o estafas cometidas a través de WhatsApp, que fueron posible gracias a la astucia de los ciberdelincuentes en el momento de utilizar estas técnicas de manipulación o “ingeniería social” para encontrar a las víctimas perfectas.

Mientras tanto, los usuarios, en el afán de compartir su vida en Internet, dan a conocer sus gustos, intereses, datos personales y familiares, lugares de residencia, y tanto más, sin ser conscientes de los riesgos a los que se exponen cuando toda esta información es usada en su contra. En manos de delincuentes “al acecho”, puede ser utilizada para crear un mensaje verosímil, hacerse pasar por una persona conocida, un personal de soporte o alguien que les resulte familiar, al cual le entreguen toda la información que solicitan, e incluso ejecutan una transferencia bancaria si un “amigo” la pide.

Estos fallos humanos inducidos por ciberdelincuentes son cada vez más comunes, ya que las técnicas utilizadas para el engaño son sofisticadas y difíciles de identificar. Pero también porque se encuentran con usuarios que no son conscientes de los riesgos a los que se exponen ante un uso poco responsable de Internet y dispositivos, como puede ser publicación y utilización de información sensible en Internet y medios sociales (datos personales o credenciales de acceso).

Es por eso que hoy en día la herramienta de prevención más eficaz que tenemos es la educación y la concientización del usuario. El ingenio para cometer ilícitos por parte de los delincuentes nunca se interrumpió, ni siquiera en épocas de pandemia por Covid, ya que los engaños virtuales en busca de datos personales, cuentas bancarias y credenciales de acceso siguen a la “orden del día” y hay que estar atentos para evitar ser víctimas de esto.

Consejos de un entendido

Para no caer en engaños o estafas virtuales, el especialista en seguridad y perito tecnológico Pablo Rodríguez Romeo (M.N. 5.117) dejó una serie de recomendaciones a tener en cuenta para no caer en la trampa de los ciberdelincuentes, que están al acecho de cualquier oportunidad.

1) Un punto importante es que hay que estar alerta ante mensajes que llegan por e-mail e inspiran desconfianza, prestar atención al remitente y a la información que solicitan y nunca responder con datos personales o información sensible.

2) No ejecutar ningún hipervínculo desde el cuerpo del e-mail, siempre ingresar tipeando la página a la que se quiere acceder, corroborar que siempre comience con el protocolo de seguridad https.

3) Evitar brindar información sensible ante un contacto por chat, antes corroborar el pedido con quien está iniciando el contacto.

4) Desconfiar de contactos apresurados cuando provienen de servicios de mensajería, más cuando solicitan acudir al cajero a extraer dinero, cambiar contraseña o ejecutar una transferencia bancaria, ya que es una acción típica para poder robar información de alguna víctima desprevenida.