Gracias al acelerado avance tecnológico y los recientes progresos en exploración espacial, la vida en Marte parece cada vez más realidad que ficción. Aunque realisticamente aún falten décadas para llegar a establecer colonias humanas en otro planeta, organizaciones como The Mars Society ya trabajan en pos de un futuro en las estrellas, convocando a grandes pensadores y adineradas empresas a pensar hacia el infinito y más allá. Fue en este contexto que se conoció la propuesta de Nüwa, la ciudad del futuro.

Presentada por el estudio de arquitectura ABIBOO, la ciudad fue diseñada para moldearse con el ambiente marciano y lograr completa autosuficiencia. Nüwa podrá albergar hasta 250.000 residentes, y para proteger a los colonos de la radiación y las bajas temperaturas será construida por debajo de la superficie marciana.

La locación seleccionada por la firma para su magnánimo proyecto fue el acantilado Tempe Mensa, dentro del cual podrán construir la ciudad de manera vertical. La estructura consiste en grupos de "macro edificios" compuestos por varios módulos donde los habitantes podrán desarrollar sus actividades, espacios que estarán interconectados a través de un sistema de ascensores y rieles de alta velocidad.

Dentro de la ciudad podremos encontrar lugares de trabajo, áreas residenciales y espacios verdes llamados "Green Domes”, de los que hay dos tipos: mientras unos actuarían como parques y plazas, otros estarán dedicados a la cultivación de plantas marcianas. Además, Nüwa ofrecería una amplia experiencia visual, con grandes ventanales que dan al acantilado y amplios pabellones de paredes traslúcidas ideados para la interacción social.

Sostenibilidad y ecología

Una de las principales preocupaciones del proyecto fue establecer la autosuficiencia de la metrópolis, ya que viajes frecuentes a la Tierra por provisiones y material de construcción no serían muy económicos y tendrían graves efectos para el medioambiente terrestre.

Es por esto que dentro de la ciudad se incluyeron espacios para producción de energía, criaderos de animales y, sobre todo, cultivo de vegetales, que ABIBOO considera será la principal fuente de alimentos de los habitantes, al proporcinar el 50% de la dieta humana. El cultivo principal de la ciudad marciana será la microalga, ya que consume menos recursos mientras que ayuda a la revitalización de la atmósfera y la gestión del agua.

Mas allá de la búsqueda de provisiones, el plan de colonización no dejaría de lado al planeta Tierra. Buscando mantener una comunicación con el planeta de origen que no afecte negativamente a la atmósfera, se estableció que cada 26 meses habría un viaje de ida y vuelta a la Tierra. Esta excursión tendría un costo de 300.000 dólares.

A pesar de todo lo ya planeado, hoy Nüwa sigue siendo un proyecto inalcanzable. Fueron pocas las misiones que lograron ir y volver a Marte, y ni siquiera se ha logrado enviar al primer ser humano al planeta extraterrestre. Pero la exploración espacial progresa día a día, con ya tres misiones marcianas exitosas en lo poco que va del 2021: El dron Perseverence lanzado por la NASA, el lander chino que ya se encuentra en la superficie de Marte y la sonda de los Emiratos Árabes que orbita exitosamente al planeta.