El deseo de hablar con seres queridos fallecidos está cada vez más cerca de cumpirse gracias a al desarrollo tecnológico. La empresa  Microsoft acaba de registrar una patente para crear un chatbot de “un amigo, familiar, celebridad o un personaje de ficción” basado en información disponible en redes sociales y así poder interactuar con él en un chat automatizado tras su muerte.

En la información de la patente, la empresa señala que su sistema está basado en imágenes, datos de voz, publicaciones en redes sociales y mensajes electrónicos de la persona fallecida. Con esa información personal se puede crear un chatbot que refleje el pensamiento de algún ser querido que haya fallecido, pero Microsoft aclara que “este chatbot puede aplicarse tanto a una entidad pasada o presente” y que “también puede ser creado por la misma persona” que deje disponible al chatbot para el futuro.

Tras conocerse la noticia, comenzaron a circular en redes sociales comparación con "Be right back", uno de los episodios de la serie Black Mirror, donde una joven apela a un servicio online para recrear una versión digital de su pareja fallecida.

El sistema tomaría los registros de las redes sociales de la persona y crearía respuestas predefinidas. Además, al utilizar fotos y videos, se pueden crear representaciones virtuales en dos o tres dimensiones de la persona que imiten los gestos y la forma de hablar.

Asimismo, el sistema de inteligencia artificial creado por la compañia fundada por Bill Gates permitiría hablar con un modelo de la persona envejecida y, con la información disponible, simular cabello canoso para marcar el paso del tiempo.

El sistema propuesto por Microsoft no solo se limita a recrear perfiles de personas fallecidas con la información disponible en redes sociales y formatos digitales, ya que también se podría aplicar para proyectos educativos, como sistemas automatizados para hablar sobre historia con una figura ficticia.

Esta no es la primera experiencia de Microsoft con inteligencia artificial para crear chatbots. En 2016 la empresa lanzó Tay, un perfil de Twitter que recibía la personalidad de una adolescente y que estaba diseñada para aprender de los intercambios online con personas reales.

Sin embargo, días después del lanzamiento fue dado de baja porque, al no tener filtros, Tay comenzó a proferir insultos raciales, sexistas y ofensivos hacia usuarios humanos.

La serie Black Mirror basó uno de sus episodios en una tecnología similar.