Como parte de la Segunda Jornada de Vinculación Tecnológica (JOVITEC) que se llevó a cabo en nuestro país, se produjo la presentación de un robot de geo-referencia, capaz de operar en el continente antártico.

Se trata de una plataforma robótica móvil a ruedas, creada de forma modular (un módulo de sensores, uno de navegación, otro de control de un brazo mecánico y otro para una red neuronal de imágenes), capaz de tomar fotografías y filmaciones, con capacidad para diversos tipos de manipulación mediante un brazo frontal de movimientos múltiples.

El proyecto fue liderado por el Ingeniero Andrés García, quien es docente investigador de la ESOA especializado en electrónica y robótica, y doctorado en Control de Sistemas y quien está a cargo de la materia Sistemas de Control aplicado a Artillería.

Cabe destacar, que el diseño de García y su equipo fue presentado a través de la ESOA a la Universidad para la Defensa (UNDEF) en el marco de la convocatoria de proyectos de investigación 2020/2021. Allí fue aprobado y financiado con un monto de dinero asignado este año, a partir del cual se comenzó con el desarrollo del prototipo a principios de mayo.

¿Cómo es el prototipo?

El robot posee dos cámaras: una que puede grabar de forma diurna o nocturna, tanto imagen como audio, mientras se mueve, y posee movimiento independiente en amplias direcciones. La segunda, más compleja en su funcionamiento, está conectada a una red neuronal y a un software mediante el cual puede cargarle datos para que la cámara haga búsquedas y, cuando detecte el objetivo cargado, lo filme y/o fotografíe.

Para trasladarse en diversas direcciones, el robot posee un giro diferencial por el cual mediante la tracción de dos ruedas hacia un lado y dos hacia el otro a distintas velocidades, efectúa el giro para corregir su rumbo. En este mismo sentido, cuenta con sensores capaces de detectar obstáculos o pozos, que le permiten detenerse y recalcular las posibilidades de avanzar.

También el prototipo, con muchas de sus piezas impresas en 3D, fue dotado de baterías especiales para trabajar a muy bajas temperaturas, que pueden cargarse mediante un panel solar incorporado, con alternativas de carga mediante una toma de 220v y otra de 12v.

Culminada la jornada, el ingeniero y su equipo ultimarán algunas pruebas de calibración y construirán la caja contenedora que permitirá transportar al robot durante la próxima Campaña Antártica de Verano, donde será probado por personal de la ESOA y del Instituto Antártico Argentino durante 21 días.

Palabra científica

Con la felicidad de construir un prototipo que ayudará en la ciencia, García dió los pormenores de su creación. “Posee dos formas diferentes de navegación, una por control remoto, mediante un operador, y otra más avanzada con una inteligencia de navegación donde, mediante una aplicación de celular desarrollada para este robot, se le pueden cargar puntos georeferenciados de los lugares a visitar y el robot se desempeña de manera autónoma”.

“Para lograrlo utiliza un GPS y procesa a cada instante una triangulación posicional mediante un proceso matemático de un microcontrolador y teniendo en cuenta la curvatura de la Tierra”, regó.