Los gigantes tecnológicos  Google y Facebook están envueltos en un nuevo escándalo al conocerse que firmaron en una alianza secreta con el nombre "Jedi Blue" (Jedi azul, en castellano) que les impide competir entre ellos y alcanzar importantes ventajas, según consta en una reciente demanda antimonopolio presentada por fiscales en Estados Unidos.

La polémica comenzó en 2017, cuando la empresa de Mark Zuckerberg anunció que probaba una nueva forma de vender publicidad en Internet, lo que ponía en riesgo el dominio de Google en ese mercado. Menos de dos años después, Facebook cambió su postura y se unió a una alianza de empresas lideradas por Google, que desarrolló un método similar.

Si bien Facebook nunca explicó por qué dejó el proyecto, la evidencia presentada el mes pasado en una demanda antimonopolio hecha por 10 fiscales evidencia que Google había extendido a su potencial rival un trato para ser socio, a cambio de una serie de ventajas significativas sobre el resto de los aliados, según detalla un informe publicado por The New York Times. 

La divulgación del acuerdo secreto entre las dos multinacionales revivió las preocupaciones sobre cómo las compañías de tecnología más poderosas pueden establecer alianzas para frenar a la competencia mediante acuerdos privados y cláusulas de confidencialidad.

Google y Facebook, por su parte, aseguraron que esos acuerdos eran comunes en la industria de la publicidad digital y negaron que la alianza tenga un carácter anticompetitivo

¿En qué consistía el acuerdo "Jedi Blue"?

El pacto ofrecía un servicio de publicidad programática, que consiste en que la subasta para rellenar el espacio publicitario disponible entre los milisegundos desde que un usuario hace clic para acceder a una página web y la carga de los anuncios. 

Google dominó ese sistema con sus herramientas y con el acuerdo, consiguió evitar otros competidores, según el informe.

A pesar de que surgió un método alternativo para reducir la dependencia de las plataformas publicitarias de Google, la compañía de búsquedas desarrolló un sistema similar llamado Open Bidding, que permite el acceso de terceros. Sin embargo, Google cobra una tarifa por cada oferta ganadora y muchos no están satisfechos con la transparencia del servicio.