Uno de los muchos estereotipos y lugares comunes del motociclismo advierte que hay dos clases de motociclistas, aquellos que se han caído de estos vehículos en alguna oportunidad, y aquellos otros que lo van a hacer, y es raro que aquel que haya manejado un bólido de ruedas, nunca se “haya golpeado” alguna vez.

Lo cierto es que las motos sólo tienen dos puntos de apoyo y, por tanto, son incapaces de mantener la verticalidad en parado, y que termina siendo una realidad que a veces se vuelve en contra de los que han caído seducidos por el “equilibrio dinámico”.

El asunto es que las principales marcas de este tipo de vehículos trabajan con el objetivo de lograr la moto que no se caiga, y en ese horizonte de posibilidades, aparece la marca japonesa Honda que presentará el primer prototipo que aparentemente, lo logrará. Sin embargo, la empresa nipona no es la única compañía que invierte dinero en este aspecto y ya hay otras que van por el mismo camino.

La innovación no se detiene y ya es posible usar sistemas de ABS capaces de funcionar en curva, o lo que es lo mismo, con la moto inclinada. En 2018 Bosch sorprendió con un sistema de estabilización para situaciones hasta ahora insalvables, por ejemplo, cuando el neumático delantero pisó una mancha de aceite. La idea de la compañía consistía en lanzar una ráfaga de gas en el lado opuesto al que se empezara a caer la moto para poder enderezar el vehículo.

Honda se decantó por un sistema que actúa sobre la dirección y ya se está probando en una Gold Wing y para que el invento funcione con eficacia debe medir de forma constante la velocidad, la velocidad de las ruedas, ángulo de inclinación, la capacidad de agarre de los neumáticos y varios tipos de aceleración. Tras procesar esos datos un electromotor actúa sobre la tija de la dirección.

En principio, el asistente de dirección de Honda funciona en conjunto con el ABS y el control de tracción y corrige la dirección cuando la información que se maneja detecta que es necesario actuar. La tecnología va más allá hasta ofrecer una protección adicional cuando se empuja la moto a pie y se corre el peligro de que acabe en el suelo. Una vez que el sistema detecta que la máquina está demasiado inclinada, corrige la dirección para recuperar el equilibrio que estaba perdiendo. 

En tanto, los fabricantes desarrollan sistemas que mejoran la seguridad activa, ya sean radares, u otras tecnologías que ayudan en la conducción.

Números y tendencias mundiales

Datos aportados por las principales aseguradoras del mundo, indican que los accidentes que involucran a las motocicletas se han atribuido principalmente a errores de reconocimiento (10%), errores de decisión (17%) y errores de operación (5%) por parte del conductor, entre otros.

El asunto es que los datos acercados por este tipo de empresas también indican que aproximadamente el 70% de los accidentes de motocicleta, ocurren dentro de los dos segundos posteriores al gatillo que conduce al accidente.

Sobre la base de estos análisis de las causas de los siniestros, el desarrollo de ayudas para el conductor está en marcha de acuerdo con cuatro vectores principales: predicción de peligro asistida, prevención de daños y conducción defensiva asistida, maniobras de conducción evasiva asistida y mitigación de daños.

Por otra parte, las aseguradoras destacadas sostienen además que con la implementación de nuevas motocicletas que “no se caigan”, se reducirá en un importante porcentaje los accidentes fatales además de aquellos que producen serias lesiones a los conductores que van a bordo de este tipo de rodados.