El calor se hace presente en esta época y hay pocas maneras de afrontarlo sin sobresaltos. Una de ellas tiene que ver con la tecnología: se trata del uso del aire acondicionado que si bien trae confort también puede venir con complicaciones para la salud.

Los aparatos cumplen la función de enfriar el aire, erradicar la humedad y acumulan polvo y sustancias orgánicas en los filtros, con lo cual esto favorece a la aparición de irritaciones, inflamaciones o infecciones en las vías respiratorias.

Entre estos gérmenes, el más conocido es la bacteria Legionella Pneumophila, responsable de una neumonía que puede ser grave. Otros de los principales contaminantes del aire son los hongos Aspergillus niger y Aspergillus fumigatus, que provocan rinitis, asma, neumonía o neumonitis por hipersensibilidad. Además, hay otras afecciones frecuentes causadas por el uso prolongado de estos aparatos: resfríos, laringitis, faringitis, sinusitis, broncoespasmos y episodios de agravamiento de EPOC en casos más complejos.

Debido a que los aires acondicionados secan los conductos nasales, pueden causar irritación en las membranas mucosas, y en ausencia de esta protección nos volvemos más vulnerables al ataque de algunos virus.

¿Qué hacer al dormir?

En cuanto al uso del aire acondicionado a la hora de dormir, se recomienda mantener la temperatura regulada entre 24 y 27 °C utilizando la función de modo nocturno, para no enfriar en exceso el ambiente durante la noche. Los expertos sostienen que es recomendable encender y apagar el aire constantemente, ya que la temperatura debe mantenerse estable, además en el cuarto de los chicos, las recomendaciones deben ser más estrictas, manteniendo el control remoto alejado del alcance de ellos.

Es importante saber que durante el primer año de vida, las vías aéreas son muy estrechas y susceptibles a los cambios del medio ambiente, y cualquier infección o irritación puede dificultar la respiración normal. Para evitar la sequedad en el ambiente, se deben ventilar las habitaciones donde estará el niño, una hora al día como mínimo.

De esta manera, aprovecharemos también para hacer descansos, ya que no es recomendable tener continuamente en marcha el aire acondicionado. Hay que limpiar los filtros del equipo con frecuencia y garantizar su higiene, porque se pueden acumular en su interior polen, polvo, ácaros y hongos.

Aire acondicionado: correcto uso del aparato

No solo se trata de saber utilizar un aparato de este tipo para que se evite la llegada de infecciones o complicaciones en la salud, sino que también hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta para cuidar el aparato como corresponde:

1) Ya sea por remodelación o construcción, incluir aislación térmica eficiente, para definir luego la cantidad de aires a instalar o clase de eficiencia.

2) Antes de que llegue el verano, limpiar el filtro de aire.

3) Cerrar ventanas y puertas del ambiente donde encenderá el aire.

4) Evitar que las persianas o cortinas estén abiertas. Que no entren rayos de sol directo al ambiente.

5) Antes de encenderlo, abrir las ventanas para ventilar la habitación.

6) Prender el aire acondicionado cuando esté en el ambiente. No dejarlo programado con antelación.

 7) Mantener la temperatura constante en 24°.

8) No prender y apagar el aire constantemente de forma manual. El arranque es lo que más energía consume.

9) Utilizar la potencia automática del aire, que mantendrá la temperatura constante y se apagará y encenderá el aire cuando se necesite.

10) Si sus ventanas no cierran del todo bien, poner burletes.