"Viajé al año 11777 antes de Cristo"
Crónica fenómenos paranormales Escribió en Facebook que fue entrenado por la NASA para retroceder en el tiempo hasta la prehistoria.
Por Daniel Beylis
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Las redes sociales permiten crean vínculos de amistad o de pareja, sirven para despejarse en los ratos libres y también ayudan a informarse. Pero teniendo en cuenta la enorme concurrencia, a veces circulan noticias falsas que uno mismo debe detectar. En ese abanico de variantes tan amplio, circuló una historia que dejó anonadados a los fanáticos del mundo virtual.
Es que un usuario de Facebook, que en principio optó por no revelar su identidad por cuestiones de seguridad, confesó que viajó al año 11777 antes de Cristo. ¿El motivo? Contó que lo reclutaron para una misión ultrasecreta de la base militar estadounidense conocida como Área 51, en el desierto de Nevada (de la que hablamos la semana pasada), dado que tenía que viajar al pasado para capturar con vida a un velociraptor, un tipo de dinosaurio con enorme capacidad mental.
El video fue subido al Face y, casi de inmediato, obtuvo enorme repercusión. Tal es así que luego fue descargado en YouTube para que más personas pudieran conocer su historia de vida, que provoca enorme conmoción en el ámbito paranormal. Si bien esa teoría podría ser desestimada por muchos conocedores del tema, sorprende la seguridad con la que este hombre dio detalles del tema. A priori, contó que lo fueron a buscar del Área 51 y que no dudó, especialmente, por el ostentoso salario que recibiría para realizar misiones. De todas maneras, esa “conquista” no fue del todo favorable, considerando que alteró su “presente” y cambió sideralmente su condición física, dejándolo más viejo. Tómelo o déjelo...
Se presenta...
“Soy Thomas Johnson, un viajero del tiempo. Vengo a dejar un importante mensaje a la humanidad. Un proyecto americano para viajar al pasado inició una búsqueda y fui seleccionado por el gobierno de los Estados Unidos. El saber varios idiomas me ayudó bastante. El 11 de junio de 2016, dos hombres vestidos completamente de negro se presentaron en mi casa y me ofrecieron trabajar para el Área 51. El salario mensual era de 30.000 dólares y, teniendo en cuenta que mi situación económica no era muy buena (obviamente) acepté”, arranca diciendo el viajero. Y prosigue su relato. “Una vez que di el sí, me llevaron a la base, me sometieron a unas pruebas psicológicas y me pusieron tres vacunas. Además, tenía que hacer el juramento de no contarle a nadie, ni siquiera a mi familia. Allí había gente extraña, los soldados parecían robots. Sólo había militares científicos y uno de alto rango me dijo que pasara a una habitación. En ese sitio vi una extraña máquina de color gris, por eso me dijo que con ese aparato se podía viajar en el tiempo”, sorprende.
Ahora viene lo mejor
El viajero en el tiempo continuó su relato. “Para mí era como un sueño, pero hecho realidad. Ahí me dijeron que la misión era viajar al pasado para conseguir el cerebro de un velociraptor. Me quedé bloqueado porque le dije que en el 11777 antes de Cristo no podían existir los dinosaurios, y no tardó en remarcarme que la humanidad había estado engañada, considerando que su desaparición no fue hace tantos millones de años como quieren instalar. A su vez, me contaron que el velociraptor era el animal más inteligente del planeta y que lo querían estudiar. Esto se debía a que, según ellos, fueron evolucionando a los reptilianos, que ahora son la raza más inteligente, inclusive que los seres humanos. Y me explicaron que son (ellos) los verdaderos dueños del planeta”, indicó.
A todo trapo
Lejos de conformarse, esta persona siguió enumerando los sucesos acontecidos en la expedición: “Viajamos a la velocidad de la luz. Cuando bajamos comprobé que no estábamos en el Área 51 y aparecimos en un bosque. Esperamos hasta la noche, momento en que ellos solían circular, y atrapamos uno. Le tiramos un dardo que impactó en el pecho y a los 15 segundos se durmió, lo metimos en la nave y emprendimos el regreso. El problema es que no volvimos al Área 51 sino a un bosque de Argentina. Allí todos comprobamos que nuestro aspecto físico había mutado y que habíamos envejecido casi 10 años todos los que habíamos viajado. Los viajes en el tiempo son reales, pero modificar algo en el pasado cambia tu presente”, sentenció.
Todo cuanto se pueda analizar de este viaje son meras suposiciones sobre si es real o no. Claro que estas historias, cada día, suenan más y resultan más frecuentes, involucrando a entidades como la NASA. Por eso, usted saque entonces su propia conclusión.