Hoy no es un día cualquiera: bien se sabe la reputación de los " Martes 13", y muchísimas personas alrededor del mundo sufren ante esta fecha un temor ingobernable, una fobia cuyo nombre técnico es Trezidavomartiofobia.

En cuanto a cuáles son los números ideales para jugar en este significativo día, obviamente que el 13 (la yeta, o el fraile) se cae de maduro.

Pero también goza de mucha aceptación el 05 (el gato), ya que según cuenta la leyenda, los de pelo negro pueden provocar, si se cruzan en nuestro camino, mala o buena suerte, según cómo lo tome cada uno.
Ahora bien, a nivel estadístico, tomando, por ejemplo, el año 2018, hubo tres martes 13, que fueron en los meses de febrero, marzo y noviembre.

Y el recuento de los números que más satisfacciones dieron, indica que hubo un múltiple, en dos ocasiones por caso, entre los siguientes siete números: 02 (el niño), 12 (el soldado), 16 (el anillo), 27 (el peine, o ¡ejem…!), 37 (el dentista), 39 (la lluvia) y 60 (la virgen).

Ahora bien, ¿de dónde proviene este tradicional miedo? ¿Cuáles son sus fuentes, las causas que lo hacen efectivo? Queda claro que no es un asunto nuevo, ni de un lugar del mundo en particular: el martes 13 tiene mala fama en las culturas más diversas, y desde tiempos inmemoriales.

En realidad, se tiende a creer que se trata de dos supersticiones conectadas: la que recae sobre el día martes, y la que pesa sobre el número trece.

Ambas se combinaron, tal vez por primera vez, o por vez definitiva, el martes 13 de abril de 1204, cuando cayó Constantinopla en la Cuarta Cruzada. Desde muchos siglos atrás, el día martes implicaba mala fortuna tanto para griegos como para romanos, ya que se lo vinculaba con Ares y con Marte, dioses de la guerra.

Algunas leyendas indican que también un martes 13, todavía antes, se produjo la mítica confusión de las lenguas en la Torre de Babel. Respecto del número 13, todavía hoy, en nuestros tiempos de razón y ciencia, insólitamente falta entre los pisos de algunos edificios o en las filas de ciertos aviones.

Las causas de la maldición son variadas y numerosas: se cree que Judas, quien traicionó a Cristo, era el número trece en la mesa de la Última Cena; del mismo modo que Loki, el dios tramposo, maligno y atrevido de la mitología nórdica fue el treceavo invitado en una catastrófica cena de dioses en el Valhalla.

En el libro bíblico de las Revelaciones aparece la llegada del anticristo en el capítulo 13, lo cual coincide con la carta que representa a La Muerte en el Tarot.

La cábala judía se refiere a los 13 espíritus del mal, y fue un 13 de octubre de 1307 cuando más de cien caballeros templarios fueron arrestados en Francia por el rey Felipe IV. Para el escritor Marcos Rafael Blanco Belmonte, el origen de la fecha aciaga en su país se vincula con el martes 13 de junio de 1276, cuando la población de Játiva (actual Valencia) fue tomada por los musulmanes.

Si bien en algunos lugares del mundo el día al que hay que temer es otro (el viernes 13 para muchos países anglosajones, o el viernes 17 en Italia), está claro que el día de hoy no es un día más en gran parte del planeta.

Se podrán escuchar los tradicionales “martes, no te cases ni te embarques”, tal vez con el añadido “ni de tu casa te apartes”, o en poblaciones rurales “martes, ni hijo cases ni cochino mates”, o el más complejo “martes, ni tu casa mudes, ni tu hija cases ni tu ropa tajes”.

Y cada cual podrá decidir cuán en serio toma estas advertencias, o calcular cuántas veces en su vida un martes 13 fue especialmente malo o, por el contrario, sorpresivamente bueno.