Por Marcelo Peralta Martínez

Como si fuera el Abasto porteño, en el centro de Sevilla, España, existe un viejo edificio que fue modernizado y abierto como centro comercial y en donde varios testigos aseguran que vive una diabólica presencia. Quienes tuvieron algún tipo de experiencia con este ser, cuentan con profundo terror que reside en el lugar desde hace ya mucho tiempo, más precisamente, en el tercer piso del edificio. Al parecer, el extraño ente no logró pasar de plano y quedó apegado al sitio en el que, se presume, vivía o trabajaba, y ahora atemoriza a propios y extraños.

Algo de historia

El citado edificio se construyó a mediados del siglo XIX por el marqués de Palomares, en el solar del palacio de los duques de Medina Sidonia. Esta edificación histórica e imponente, que está emplazada en pleno centro histórico de la ciudad española de Sevilla, supo resistir varias invasiones, diversas guerras y un sinfín de situaciones que siempre la vieron en su esplendor, sin ser afectada por el paso del tiempo. Todo ese pasado, trae al presente una extraña leyenda. La de un hombre que se manifiesta vagando en pena, y ya muchos pudieron ver su fantasmal aparición. Hoy el lugar es un imponente centro comercial dedicado al ocio y al consumo. En su interior funcionan todo tipo de locales y entre ellos hay un almacén. "El almacén del terror", como le dicen varios vecinos.

El viejo almacén sevillano sería recorrido por una entidad que cambia de sitio las cosas, y asusta a los sorprendidos empleados.

En primera persona

Según reveló a la prensa local una testigo, Lourdes, en el edificio "hay un lugar muy siniestro, más que nada por las cosas que pasan allí". En su relato, la joven recordó que todo pasa "en el tercer piso; raro es el día que no ocurre algo en ese almacén". "Cuando llego, estoy tranquila, pero con el correr de los minutos empiezo a escuchar ruidos. O a veces se oyen golpes tremendos. A pesar de que me da miedo, voy a ver qué pasa y me encuentro con un montón de cosas caídas. Todas tiradas en el suelo".

Lejos de poder dormir tranquila, debido al trauma que esto lo generó la chica indicó que, además, "te sientes continuamente observada, sabes que no estás sola, ves una silueta que se mueve, se pasea por las estanterías, y uno sabe bien que ahí no hay nadie más; es imposible de explicar". De esta manera, Lourdes consultó a la gente más vieja que trabaja en el lugar y estas personas le revelaron haber vivido situaciones similares.

Es por eso que la historia cuenta que allí trabajaba o vivía un hombre y este murió en un estremecedor accidente al quedar atrapado por estanterías derrumbadas, situación que provocó un impresionante incendio. Por último, personal de maestranza, de seguridad, otros empleados, vendedores y dueños de los diferentes locales aseguran que el alma del sujeto jamás pudo descansar en paz, y hasta la actualidad habita el espacio en donde hoy funciona un almacén "encantado".

Fuente: sevilla.abc.es