A medida de que llegan los días de calor y se acerca el verano, surgen las ganas de retomar la actividad física. Hacer ejercicio en bicicleta es una de las actividades más comunes para esta época del año y que además ofrece importantes beneficios para la salud.

Cada una de las categorías de bicicletas -fija y tradicional- tienen varias diferencias, tanto desde las comodidades que ofrecen hasta el precio al que se consiguen.

Si estás pensando en empezar a hacer ejercicio y este elemento es tu favorito, tené en cuenta las siguientes recomendaciones antes de salir a andar en bicicleta y/o adquirir una nueva.

Beneficios de hacer actividad física con una bicicleta

Pedalear aumenta el ritmo cardiaco y baja la presión arterial, también es positivo para los vasos sanguíneos, ya que se reduce el colesterol “malo” y aumenta la cantidad de colesterol “bueno”, reduciendo la sedimentación de la placa y disminuyendo de este modo, el riesgo de una calcificación de las arterias.

El ejercicio en bicicleta al aire libre o en casa hace que el cerebro se oxigene mejor y produzca más endorfinas, que son las hormonas de la felicidad. Por lo tanto, es una forma ideal de liberar estrés y relajarse.

Asimismo, esta práctica ayuda a prevenir afecciones vinculadas al sistema músculo esquelético, como la artrosis y otras similares. Al andar en bici el 70-80% del peso del cuerpo recae en el asiento con lo que es posible ejercitar las articulaciones sin riesgo elevado de posibles impactos bruscos o sobrecargas.

Los especialistas en salud aclaran que no es necesario pasar horas pedaleando, con solo 10 minutos de trabajo al día se pueden sentir los resultados a nivel muscular, en el riego sanguíneo y las articulaciones; con 30 minutos se obtienen beneficios cardíacos, y con 50 minutos se estimula el metabolismo graso.

Diferencias entre la bicicleta tradicional y la fija

La bicicleta tradicional nos obliga a pasar más tiempo al aire libre, también es un medio de transporte ecológico y económico que sirve para desplazarse ahorrando dinero en combustible o transporte público, mientras se colabora a proteger el medio ambiente.

En tanto, la bicicleta fija es más adecuada para quienes les cuesta salir de su casa para ejercitarse y especialmente para los adultos mayores que deben realizar actividades de bajo impacto.

También tiene una ventaja importante: se puede utilizar aún cuando el clima está lluvioso, hace mucho frío o mucho calor. Por último, ofrece mayor seguridad ya que reduce el riesgo de accidentes y robos.

Precios de las bicicletas fijas y tradicionales

En ambas categorías los productos se consiguen en un amplio rango de precios, con financiación en cuotas fijas y /o descuentos por pagos en efectivo y transferencia. En cualquier caso, lo más conveniente es investigar en tiendas online, comercios barriales y cadenas de electrodomésticos. A su vez, hay que estar atentos a las promociones bancarias según el día de la semana. 

En lo que respecta a las bicicletas fijas, parten de una base de 149 mil pesos el modelo básico, pero pueden costar hasta 700 mil pesos las más modernas, con funciones adicionales para regular la frecuencia cardíaca, la distancia e intensidad.

En tanto, las bicicletas tradicionales se consiguen en una mayor cantidad de modelos, adaptables a las necesidades de cada persona. Una de “paseo” o playera parte desde 120 mil pesos nueva en un pago u 70 mil pesos usada. En cuotas el monto sube a 200 mil pesos. 

Por otro lado, una de las marcas con distintas velocidades más conocida parte desde 209 mil pesos en cuotas sin interés y puede subir hasta 400 mil pesos en su versión full. Los rodados más grandes que incorporan ruedas todo terreno (mayor duración) parten desde 300 mil pesos y alcanzan el millón de pesos con financiamiento.