Variante Delta: ¿Pueden contagiarse las personas que poseen dos dosis de la vacuna?
La cepa del covid-19 avanza en nuestro país. Varios especialistas advierten que en poco tiempo habría circulación comunitaria de esta variante, la de mayor capacidad de contagio, y explicaron cuáles son las posibilidades de que las personas inoculadas con ambas dosis contraigan la enfermedad.
La cepa Delta del coronavirus avanza en Argentina. En esta ocasión, dos especialistas volvieron a alertar que faltaría poco tiempo para confirmarse la circulación comunitaria en el país de esta variante del covid y también especificaron que quienes fueron inmunizados con ambas dosis de la vacunas aún pueden contraer el virus y contagiar a otras personas.
Desde que se detectó el primer caso hace algunas semanas, varios infectólogos y referentes de la cartera de Salud del Gobierno alertan sobre las complicaciones que produciría esta variante detectada por primera vez en India. De hecho, en relación a Delta, este domingo se informó que falleció en Córdoba el denominado "paciente cero".
Ante el hipotético escenario que se produciría con la circulación comunitaria de la variante del coronavirus, es que se han enfocado desde las autoridades sanitarias nacionales la imperiosa necesidad de lograr completar los esquemas de vacunación y así lograr que el impacto de Delta sea el menor posible en el país.
No obstante, varios expertos coinciden en que aún no está claro cómo se comporta el virus entre aquellos que recibieron las dos dosis de la vacunas anti-covid. En Argentina hoy representan el 25% de la población. Lo que si destacan es que este grupo de personas "inmunizadas" aún pueden infectarse y contagiar el coronavirus.
“Se sabe que Delta escapa parcialmente a la acción de las vacunas y que, por esa razón, se necesitan las dos dosis. Completar los esquemas es muy útil para prevenir la enfermedad grave pero no así el contagio”,destacó Jorge Geffner, doctor en Bioquímica, investigador superior del Conicet y profesor de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA.
En ese sentido, el especialista señaló que es necesario mantener los protocolos para prevenir la enfermedad. Un caso visagra de ello fue lo sucedido en Estados Unidos, en donde se dispuso que "los vacunados podían dejar de utilizar el barbijo" pero ante el aumento de casos debieron revertir esta disposición y volver a tomar los cuidados iniciales.
"El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) había dicho que en algunos ámbitos los vacunados podían evitar el barbijo y ahora tuvieron que dar marcha atrás”, aseguró Geffner.
Según las investigaciones realizadas, se logró confirmar que durante los primeros días de la infección por Delta el virus permanece y se puede amplificar en las vías aéreas superiores de la persona vacunada. Es decir, en boca, nariz o garganta.
“Durante aproximadamente 5 días, el vacunado contagiado puede transmitir el virus a niveles similares que una persona no vacunada. Pero luego, por el efecto de los anticuerpos, el virus no llega a progresar hacía las vías aéreas inferiores o los pulmones y así es que, en la mayoría de los casos, se evitan complicaciones como la neumonía bilateral”, detalló.
Además, aclaró que la situación mencionada es con dos dosis de Pfizer aunque considera que el panorama resulta similar con esquemas completos de otras vacunas, “ya sea Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm o combinadas”.
“Las vacunas generan anticuerpos, que sirven para bloquear una partecita de la proteína S -el RBD- que el virus utiliza para unirse a las células del organismo e infectarlas. Las vacunas disponibles están hechas con el viejo RBD, el del virus original de Wuhan. Las mutaciones que derivaron en la variante Delta modificaron el RBD. Esto hace que sea más difícil para los anticuerpos reconocerlo y que se necesitan las dos dosis.”, explicó.
En relación a la efectividad de protección de las inoculaciones, el especialista especificó que el porcentaje de efectividad se ubica cerca del 33% entre los que recibieron una dosis y se enfrentan a Delta, contra un 50% frente a Alpha. Los porcentajes ascienden a entre 60% y 88% con dos dosis, siendo mayor el nivel de protección con Pfizer. “Y, extrapolando los datos, los niveles contra la infección grave superarían el 90% con dos dosis”, recalcó Geffner.
“Por suerte, hay buena adherencia en el país y no ocurre como en Estados Unidos que entre un 30% y un 35% de los adultos optaron por no vacunarse. Debemos seguir completando esquemas ya sea con vacunación homóloga o heteróloga. Se está avanzando pero más lentamente de lo que necesitamos”, aseguró.
Por su parte, el bioquímico, profesor de Microbiología de la Facultad de Medicina de la UBA e investigador principal del Conicet, Jorge Quarleri, coincidió con Geffner en que el virus infecta en las vías aéreas superiores de personas con esquema completo de vacunación.
“A esa altura son similares los niveles de carga viral entre vacunados y no vacunados. La diferencia se plantea luego, cuando la infección quiere prosperar hacia las vías inferiores. Es allí donde encuentra la resistencia de la respuesta generada por la vacuna y, en consecuencia, se espera que aquel con dos dosis no se enferme gravemente”, precisó.
Del mismo modo, concuerda con el investigador superior del Conicet en que durante un promedio de 5 días el virus puede sobrevivir y reproducirse en la nariz, la boca o la garganta y durante ese lapso de tiempo la persona tiene chances de contagiar.
“En algunos casos puede extenderse más y en otros la carga viral va a disminuir antes. La edad es uno de los factores que influye, también el tiempo que haya pasado desde que el infectado se vacunó”, remarcó.
Y agregó: “La carga viral es mil veces mayor con Delta si se la compara con otras. No es momento de relajarse en la prevención del contagio. Los que lo hicieron ahora están nuevamente con muchos casos. Me refiero a Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel”, sentenció.