La sentencia de adopción de una criatura es uno de los momentos más conmovedores por los que puede pasar una familia. Es un papel que dice que a partir de ese día estarán juntos para siempre, sin importar el ADN. Si bien representa un cambio rotundo, hasta la actualidad era un acto formal con un certificado en blanco y negro. Pero una jueza de Tucumán decidió “humanizar” el proceso y sorprendió a una nena y sus papás con un tierno regalo.

Se llama Mariana Rey Galindo, está a cargo del juzgado de Familia del Centro Judicial Monteros y tomó la iniciativa de implementar una transformación en su tribunal, con dibujitos infantiles y fotografías.

El proceso de adopción en Argentina

Hasta antes de la pandemia, todas las notificaciones del proceso de adopción llegaban hasta el casillero de los letrados por medio del correo tradicional, pero con el coronavirus tuvieron que optar por el e-mail.  Pero para esta jueza, no era suficiente el enviar un correo electrónico para avisar que había fallado a favor de una adopción, por eso contó con la complicidad de su equipo.

Un día como cualquier otro, tocaron a la puerta de Daniel y Silvia (nombres ficticios para resguardar la identidad de la menor). Era un empleado del juzgado que traía información muy importante para la pequeña Magui de 3 años. Juntos abrieron el sobre y las risas brotaron solas. Es que adentro había un gran diploma con dibujos y también con fotos de la ya legal familia.

“Hace tiempo, Daniel y Silvia eligieron ser papá y mamá. Y llegó Magui para ser su hija. Hoy celebramos esa historia de vida y encuentro familiar. Jueza Mariana”, decía el cartel (pero con los nombres reales) que llevó el auxiliar. Además, en el sobre había una copia de la sentencia y una tirilla impresa de las fotos con un imán para que pudieran ponerla en la heladera.

La decisión de cambiar las formas

Magui, corrió peligro desde que nació y fue abandonada por sus padres biológicos. En cuanto lograron darle asistencia, le buscaron un verdadero hogar. Así el juzgado se contactó con Silvia y Daniel, quienes estaban listos para ocupar el rol de papás en su vida.

Pasaron y aprobaron todo el proceso de adopción y fue su abogada quien recibió la notificación digital. “Con el procedimiento digital ellos quedaban invisibilizados en todo sentido. Este certificado simboliza el logro de tener a Magui como hija, y de la nena, de tener a Silvia y Daniel, como su mamá y su papá. Representa el amor, el deseo, la elección y la constitución del hogar”, aseguró la magistrada a Clarín.

Tras recibir el detalle, los padres se comunicaron con la jueza. "Fue una mezcla de emociones, más tarde, hubo una videollamada conmigo. Todos contentos. Magui estaba ahí jugando con el celular”, describió Rey Galindo.

Es la primera vez que una sentencia de adopción en Argentina es entregada de esta forma pero Natalia asegura que lo implementará a partir de ahora.Tantas veces hablamos de la humanización del Derecho –como consecuencia de la incorporación de los tratados de Derechos Humanos al derecho interno- que olvidamos de humanizar a quienes operamos con ese sistema legal. Y en este caso, lo que hacemos es resguardar esa humanización”, sentenció.