El ministro de Superior Tribunal de Justicia de la provincia, Guillermo Alucín es propietario del terreno desalojado en el Lote 15 y Barrera, del barrio Bernardino Rivadavia. En las últimas horas precisó que el lugar es una herencia de sus padres e indicó que, luego de 10 años de litigio para recuperarlo, llegó la sentencia a favor que permitió el desalojo de la familia que lo usurpó.

En declaraciones recogidas por el medio Agenfor, al explicar cómo fueron los hechos que llevaron a este desenlace, el damnificado señaló: "La situación arrancó en agosto de este 2021 cuando se diligencia el primer mandamiento judicial de desalojo de los intrusos y usurpadores que ocupaban ilegítimamente el terreno".

A su vez, Alucín explicó que el predio es un bien compartido con su hermana y que cuentan con los papeles que lo demuestra. “Somos propietarios por título”, detalló. Asimismo, señaló que la obra que allí tenían planificado realizar quedó postergada cuando se levantó la barrera de contención en la última inundación.

“En ese momento estos lugares fueron aprovechados por gente que ocupó terrenos de manera ilegítima. Cuando nos enteramos por primera vez de la usurpación hicimos una exposición policial en la Comisaría del barrio Bernardino Rivadavia para pedir el desalojo”, fundamentó Alucín. Y agregó: “Luego continuó la acción civil por el mismo motivo. Nunca se consintió la ocupación, jamás se permitió construir, incluso, una vivienda precaria”.

Los detalles de la denuncia de Alucín

Además, contó que la primera orden judicial “fracasó porque la policía no quiso intervenir, aduciendo que iban a hablar con los ocupantes para que salgan pacíficamente” y aclaró que originalmente “eran tres ocupantes, la señora, un hijo mayor y una más”.

Luego, cuando se presentó la segunda diligencia para que se retiren de manera pacífica nuevamente, “ya metieron a la casa más personas y criaturas, siendo seis en total y la negociación también fracasó".

Finalmente, Alucín destacó que llegó el tercer mandamiento a lo que “la Policía nos vuelve a pedir un tiempo para tratar de llegar a una negociación” pero no hubo acuerdo, por eso se intervino de otra manera. En última instancia desmintió que hubo “tráfico de influencia por ser ministro del Superior Tribunal de Justicia, como decían los trascendidos”.