Tiene 63 años, recorre el país en moto e inspira a otra mujeres a seguir sus sueños: "Volverse viejo es dejar de hacer cosas"
Alicia Burnowicz vive en Bariloche, pero desde hace cuatro años se la pasa viajando de un lugar a otro con su moto, estilo de vida que adoptó tras su jubilación. "Lo que me da miedo es quedarme quieta en casa", confiesa en diálogo con cronica.com.ar.
“Me da miedo quedarme en casa”, confiesa Alicia Burnowicz (63 años) cuando le preguntan sobre si le genera algún tipo de temor recorrer sola miles de kilómetros en moto. Al pensar el por qué se lo dicen, cree que pasa “por la edad” que tiene, pero cree que muy lejos está de ser un impedimento para poder cumplir los sueños y objetivos que se traza.
En total, lleva recorridos 67 mil kilómetros, que realizó en tan solo 4 años. Sin embargo, no se fija un límite y proyecta nuevos viajes, en busca de atravesar otras provincias de la República Argentina, para descubrir y redescubrir algunos de sus paisajes más maravillosos.
A los 60 años decidió jubilarse y dejarle su emprendimiento de artesanías a su hija para poder dedicarse de lleno a tomar su moto y comenzar a recorrer distintos lugares, con la premisa de poder disfrutar de su libertad y encontrar una nueva pasión que la llene de “felicidad”, una de las razones que la impulsaron a animarse a experimentar este estilo de vida.
En diálogo con cronica.com.ar, explicó cómo comenzó a llevar adelante viajes en moto, cuáles son sus próximos objetivos, los sitios que conoció, la opinión de la gente y cómo logró inspirar a otras personas mayores a querer cumplir sus sueños.
El inicio
Alicia resalta que comenzó a trabajar siendo muy joven y que en Bariloche encabezó durante muchos años una fábrica de artesanías, responsabilidad que a los 60 años decidió dejarle a su hija.
Divorciada y con dos hijos ya mayores, la mujer sintió que era una buena oportunidad para tomar la decisión de, al saber andar en moto, cambiar la que tenía por una más apta para poder viajar lejos y llevar a cabo su deseo.
“La idea de viajar nació de a los 60 años decir que no quería trabajar más. En ese momento tenía 2 motos 125 Honda, las vendí y compré una Honda Twistter 250 para poder realizar los viajes. Al día de hoy la sigo teniendo”, explica.
A este factor se le sumó un problema de salud que le impidió continuar con una de sus actividades favoritas, que era la de escalar montañas. Un pasatiempo al que le había dedicado 16 años de su vida, hasta que sus rodillas no respondieron más.
“Escalé durante mucho tiempo montañas, hasta que empecé a tener problemas en las rodillas. El problema no era subir, sino bajar. Se volvió imposible y luego el médico me dijo que tenía que caminar solamente en superficies planas por mi situación. Esto me impulsó a buscar algo diferente para hacer y encontré que andar en moto me podía generar la misma pasión”, resaltó.
Viajes
De esta manera, Alicia comenzó a buscar la forma de mantenerse en actividad a través de sus viajes en moto y conoció muchos bellos lugares en Argentina y en el sur de Chile, lugar que recorrió en enero pasado.
“No viajo en temporada. Cuando viene la baja salgo con mi moto a las rutas. Tomo esta decisión porque no me gusta el amontonamiento y el bullicio. También trato de evitar pasar por las grandes ciudades, algo que tengo en cuenta a la hora de planificar un viaje largo”, explica Alicia.
De esta manera, la mujer agrega que antes de partir hacia algún sitio planifica el lugar al que pretende llegar, cuánto presupuesto necesita para poder llegar con el combustible y con la estadía en los lugares donde pretenda descansar.
“Yo estoy en varios sitios de Facebook y hay gente que en esos sitios te puede recomendar algún camping que pueda resultar económico, o pasar el dato de alguna familia que alquile una habitación para las personas que andan en moto como yo. También hay moto-posadas. Realmente encontré una comunidad muy linda de viajeros en donde se conoce gente muy interesante”, señaló.
Al respecto, agrega que una vez que parte hacia algún lugar, va decidiendo “sobre la marcha” donde quedarse, mientras que no considera que la comida le implique un gran gasto ya que es de comer liviano.
En ese sentido, contó que en su último viaje largo recorrió la carretera austral sola, atravesó la frontera, anduvo por el sur de Chile y luego por el norte de la provincia de Neuquén.
“Decidí ir a un camping con vista a un lago muy lindo en donde gasté 6 mil pesos chilenos. Si iba a un hotel iba a gastar 30 mil pesos chilenos. Muchas veces pasa por saber cómo gastar y en qué”, aclara la viajera.
La pasión de Alicia por viajar se puede vislumbrar claramente en cada una de sus palabras. Tal es así que sufre los momentos en los cuales debe quedarse mucho tiempo en su casa.
“Hace poco estuve 10 días sin poder sacar la moto y me puse muy triste. Decidí irme desde Bariloche hasta Piedra del Águila a almorzar para andar en la ruta. Realmente es algo que me da felicidad y acá todo queda lejos, si querés ir a Neuquén son 450 kilómetros. Si vas a Esquel son 300 y pico de kilómetros. Así que siempre que se sale, hay que recorrer bastantes kilómetros. Yo me llevo mi equipo de mate, me pongo frente al lago y soy feliz”, detalla.
Al vivir en una zona de clima frío, Alicia prefiere buscar lugares más al norte como destino. Fue así que emprendió en el pasado un viaje a través de la ruta 40, el cual hizo junto a otras dos personas en moto.
En este caso, contó cómo a partir del mal clima tuvo que tomarse una pausa en su viaje al norte del país, luego de que en San Juan fue afectada por el viento zonda.
De cara a lo que viene, Alicia planifica “ir a las Cataratas del Iguazú, en Misiones”. “Ya agarré el mapa y empecé a mirar por donde puedo agarrar. Me gustaría llegar a las Cataratas e incluso recorrer el sur de Brasil con mi moto”, enfatiza.
En torno a los lugares que más llamaron su atención a lo largo de los cuatro años que lleva recorriendo sitios en moto, considera que los mejores fueron los que le arrebataron un “guau” como expresión de satisfacción y sorpresa.
“Bariloche es un paraíso, así que para que un lugar me genere esa sensación es porque debe ser increíble. Me pasó esto al conocer el Pozo de las Ánimas en Mendoza y el Hornocal, donde se pueden apreciar los 14 colores del cerro”, apunta.
Por último, Alicia subraya el valor especial que tiene para ella que otras personas le escriban a través de sus redes sociales y cómo impulsa a otras mujeres que son adultas mayores a ponerse en movimiento.
“Me escriben muchas mujeres. Una de ellas me dijo que no se animaba a salir sola a andar por la ciudad con su auto y me dijo: ´cómo no me voy a animar viéndote a vos lo que hacés´. Realmente es muy lindo y muy gratificantes inspirar a esas personas. Hay mensajes que me hacen llorar”, sostiene.
Sobre esta línea, considera que la clave pasa por “no quedarse” y hacer lo que uno tenga ganas de hacer, más allá de la edad.
“Volverse viejo es dejar de hacer cosas. Te quedás en tu zona de confort, sentada mirando televisión, y después es difícil salir. A mí andar en moto me da felicidad, aunque demande tiempo. Hay que perseguir nuestros sueños”, concluye.
Por M.C.