Son argentinos, se fueron a vivir a Dinamarca, ganan bien en dólares trabajando de limpieza, pero contaron el "lado B" de su nueva realidad
A pesar de tener trabajo en nuestro país, Leandro y Ailén decidieron cargar las valijas y vivir experiencias en el exterior, y hoy los tiene habitando en Europa con empleos esforzados.
Ante la situación que vivimos en la actualidad, varios son los argentinos que deciden irse al extranjero a buscar una "mejor calidad de vida" aunque esto no garantice que esa lucha por alcanzar la felicidad sea meramente simple.
Tal es el caso de Leandro (34) y Ailén (29), quienes se recibieron de contador público y diseñadora gráfica, respectivamente, y pensaron en que la idea de dar la vuelta al mundo era posible. Con la intención de recorrer países, cargaron su mochila y enfilaron hacia el exterior y actualmente, residen en Dinamarca, donde utilizan las redes sociales para postear contenidos referidos a los alojamientos, costo de vida y de qué vivir en el país nórdico.
Un cambio de vida
De un día para el otro, ambos renunciaron a sus trabajos. En el caso de Leandro, quien dialogó con La Nación, en la Argentina trabajaba en un banco, donde registraba una experiencia de 11 años en su cargo. “Los dos coincidimos en viajar, dejamos todo lo que teníamos en Argentina. Vendimos todo. Viajamos por dos años y medio, volvimos en noviembre de 2021 al país, nos quedamos seis meses y ahora de vuelta retomamos camino”, subrayó.
Con la idea de conocer otros países y vivir en ellos, la pareja se encuentra en Dinamarca y ahí, encontraron una veta, mediante la tecnología, para que sus experiencias crucen los límites del mundo a través de un dispositivo móvil: “Contamos cómo sacar la visa, cuánta plata se necesita, las oportunidades que hay. Llegamos hace dos semanas y fue un destino que elegimos entre los dos. Ella tiene ciudadanía europea por su abuela italiana y eso nos hizo todo más fácil para tener entrevistas de trabajo. A los tres días de llegar estábamos trabajando”.
Con el fin de cuidar las ganancias y los ahorros que llevan consigo, Leandro y Ailén priorizan hacer intercambio de fuerza de trabajo por hospedaje, así evitan gastos que a la larga son onerosos para su economía. “Trabajamos en un hostel como housekeeping –limpieza, traducido al castellano- donde estamos 30 horas semanales. A la gente lo que le gustó de nuestras publicaciones es saber cuánto se puede ganar, en nuestro caso es 1350 dólares mensuales cada uno, y más allá de que nuestro trabajo es desgastante, el costo de vida y el sueldo es alto”. Toda su bitácora de viaje se puede encontrar en su cuenta de Instagram @Sinturbulencias.
Otro trabajo
Además de esa labor, su otra actividad es cuidar animales en casas de personas que deciden irse de vacaciones. Así, ellos quedan a cargo del cuidado de las instalaciones: “Para hacerlo nos anotamos en una app donde te postulás, ves la experiencia que tiene la persona y decide darte la casa. En este momento estamos cuidando a una gatita de una persona que se tenía que ir por un mes. Al ser un animal independiente, también podés trabajar de lo tuyo y darte la posibilidad de tener otro trabajo”.
Una de las consultas frecuentes de sus seguidores es el gasto que se realiza para alimentarse en esos países, donde la información no está al alcance de la mano y la experiencia de un coterráneo es una palabra autorizada: “El costo de vida es elevado, sacamos la cuenta de cuántas horas tenés que trabajar para comprarte un alimento y llegamos a la conclusión: yendo a comer a un restaurante, con un día de trabajo de uno de nosotros dos podés costear una cena para ambos. Después, también tenés la opción de comprar en supermercados, como hacemos en nuestra vida cotidiana”.
Cuarentena en Nueva Zelanda
En tanto, Nueva Zelanda también estuvo en su recorrido y antes de Dinamarca, en medio de la pandemia, arribaron al país de Oceanía para continuar con su travesía. Al estar unas semanas conociendo cada recoveco del lugar, se encontraron con la medida intempestiva de cerrar las fronteras debido al Covid-19.
“Ya estaba el virus en el mundo, pero en Nueva Zelanda no. Con 100 casos confirmados hubo una cuarentena absoluta y nosotros estábamos realizando un voluntariado, sin tener aún la visa de trabajo, en un hotel-restaurante. Con el país paralizado, pudimos hablar con los managers del lugar, nos dijeron que nos quedemos a cambio de realizar algunas actividades. Tuvimos la suerte que era otoño, el lugar era grande, con muchos árboles y empezamos a barrer hojas, entre otras actividades”, deslizó Leandro.
Con varios kilómetros en el haber, los argentinos expandieron su conocimiento y tuvieron diversos trabajos para poder subsistir lejos de casa. “Trabajamos de todo: en empaquetadoras de Kiwi, cosechando arándanos, cuidamos y criamos terneros, aprendimos un montón de cosas que no tienen absolutamente nada que ver con nuestras profesiones”, señalaron.
Casamiento por Instagram
Una de las particularidades más destacadas de su viaje fue su casamiento en Nueva Zelanda. En mayo de 2021, Leandro y Ailén confirmaron su unión matrimonial en una playa de ese país, un lugar sumamente distendido para una ceremonia descontracturada, junto a personas que se hicieron amigos en el camino.
Al estar lejos de sus seres queridos, le dieron una vuelta de tuerca al acontecimiento y aprovecharon los medios digitales para que la lejanía no se sienta: transmitieron su casamiento mediante un vivo de Instagram para que las familias también sean parte de un momento sumamente emocionante.