En las últimas horas se dio a conocer que la Justicia Federal confirmó el procesamiento de un empresario por la aparente simulación en la importación de productos tecnológicos de escaso valor agregado, al declarar un precio cercano a los USD 1,5 millón cuando su valor real era de apenas USD 30 mil.

De acuerdo con lo que se consignó, el titular de la firma y su despachante de aduanas habían sido denunciados por la Dirección General de Aduanas por la operación fraudulenta ante el Juzgado Federal de Río Grande. La maniobra consistió en simular la importación de placas de video destinadas a la criptominería cuando, en realidad, se trataba de simples carcasas.

Parte del material que fue incautado por la Aduana.

La intención final era girar divisas al exterior de forma indebida. Agentes especializados de la Aduana afirmaron que la maniobra fue declarada en valores superiores a USD 1.400.000. El organismo sostiene que el hombre se aprovechó del régimen especial de Tierra del Fuego para sobrefacturar la importación para acceder a dólares en el mercado oficial que luego habrían sido girados a una cuenta de su empresa en el estado de Delaware, Estados Unidos, jurisdicción de baja tributación y reticencia al intercambio de información impositiva.

Dicho eso, la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia finalmente confirmó, a través de una sentencia, el procesamiento de las dos personas denunciadas. Además, embargó al titular de la empresa por $50.000.000 y al despachante de aduana que intervino por $30.000.000.

La intención final era girar divisas al exterior de forma indebida.

Por la maniobra fraudulenta a los hombres podrían caberles penas de entre 2 y 10 años de prisión, en los términos de los artículos 864 y 865 del Código Aduanero. Además, de comprobarse la irregularidad de la operación, la Aduana podría aplicar multas mayores a USD 5 millones.