La salud mental y física son dos cosas esenciales para el bienestar del ser humano. Para ello, las personas suelen hacer ejercicio: van al gimnasio, caminan, corren, hacen yoga en los parques y muchas cosas más. Dentro de un espacio abierto, las caminatas sirven para despejarse después de un día ajetreado y, también, para distenderse si existiese un día con un sol radiante.

Con este criterio, la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard estudió el tema en profundidad y analizó cómo el cuerpo humano recibe ese estímulo al caminar y lo traduce en perder calorías y grasas corporales. Acompañado de una dieta que suele ser recomendada por un profesional, los especialistas fueron enfáticos en recordar que las personas deben combatir el sedentarismo y, en contrapartida, generar hábitos para una vida saludable.

Uno de los principales cambios que estableció la ciencia es la cantidad de pasos que se deben recorrer diariamente para generar un cambio en el cuerpo: anteriormente, las aplicaciones donde se controlan el tiempo y la cantidad de kilómetros recorridos debían registrar 10 mil pasos para cumplir el objetivo; tras varios estudios, esa cifra se redujo a 8000 pasos, según la revista Jama Network Open.

Otra de las cosas que guiará a quien quiera ponerse en forma es caminar 30 minutos “a paso ligero”. Esto hará que nuestro metabolismo queme alrededor de 150 calorías diarias. Este número dependerá, en efecto, de la alimentación durante la jornada.

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Mediante la publicación creada y llamada Walking for Health (”caminar por la salud”, traducido al castellano), la Universidad de Harvard se basó en tres principios fundamentales para que la persona que interactúe con esta publicación pueda encontrar una solución a un tema que suele generar preocupación.

1. Ponerse peso

Con la caminata en marcha, la Universidad de Harvard recomienda -para elevar el nivel de dificultad- añadir unas pesas en los tobillos o, en su defecto, cargar una mochila pesada en los hombros . Así nuestro cuerpo tendrá una carga extra para quemar las calorías necesarias. Para quienes no estén acostumbrados o tengan alguna incapacidad para llevarlas encima, se deberá bajar el ritmo y hacerlo lento pero constante.

2. Aumentar la velocidad

Con el cuerpo adaptado a esta modalidad de hacer ejercicios diariamente, los especialistas recomiendan pasar al segundo nivel. En esta parte, la velocidad será el aliado a sumar. De esta manera, el esfuerzo será tal para que el objetivo cada vez esté más cerca de cumplirse.

3. Caminar cuesta arriba

Por último, en la Universidad de Harvard elaboraron este tercer paso que consta de utilizar las calles empinadas o en subida para obligar al cuerpo a realizar un esfuerzo extra.

Según un estudio del caso, se quemarán hasta un 13% extra de calorías al utilizar este método, que acompañará a los anteriormente nombrados para llegar al objetivo final. En este último tramo se estará priorizando la fuerza de piernas y el ritmo cardíaco.