Por Juan Bernardo Domínguez
@juanbjd

Hace unas semanas, una masa de aire frío invadió el país al estancarse sobre la región. La ola polar provocó una sucesión de días con temperaturas extremadamente bajas. Además, generó una nevada prolongada que, a diferencia de otras veces, se mantuvo acumulada por 15 jornadas consecutivas en algunos puntos de Argentina donde usualmente no se la ve.

En este marco, se multiplicaron fotos y videos en redes sociales de usuarios que mostraban superficies congeladas de piletas y aguadas. Por ejemplo, algunas de estas últimas tuvieron que ser rotas a hachazos en el campo para que las vacas y otros animales pudieran tomar agua.

El frío extremo provoca que se respire un aire más seco, lo cual favorece que, durante las inhalaciones, entren al organismo gérmenes que pueden causar infecciones, como bronquitis o neumonía. 

Esto multiplica la probabilidad de las afecciones respiratorias, lo que quedó de manifiesto en el reciente Boletín Epidemiológico Nacional, difundido por el Ministerio de Salud.

Los estudios reportados por la red de virus respiratorios muestran un pronunciado aumento de las detecciones de influenza entre las semanas 16 y 23, con un menor número de casos notificados a partir de la semana 24, permaneciendo en valores altos y con más de 1000 casos semanales entre las semanas 22 y 24”, se indicó en el reporte. 

El informe completó: “Además, se verifica un paulatino ascenso de detecciones de VSR (Virus Sincicial Respiratorio), con más de 700 casos registrados en las últimas cuatro semanas. En la semana 26/2024, además se detecta circulación de SARS-CoV-2, metapneumovirus, adenovirus y parainfluenza”.

Asimismo, se consignó que, “en las primeras 27 semanas de 2024, se notificó el fallecimiento de 105 personas con diagnóstico de influenza”.

Gentileza del Ministerio de Salud de la Nación.

Por su parte, la médica infectóloga Cinthia Lamaizón confirmó este martes en diálogo con crónica.com.ar que “las enfermedades típicas de esta época del año son las respiratorias”.

Y amplió: “Por ejemplo, hay algo que llamamos enfermedad tipo influenza, que es lo que sería el mal llamado cuadro pseudogripal, que cursa con fiebre, tos u odinofagia; y puede complicarse con insuficiencia respiratoria y neumonía”.

Están también la bronquiolitis en niños, que es muy muy frecuente en esta época; y la Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC), que es una infección que está producida por bacterias y puede ser leve o aguda, y tener tratamiento ambulatorio o requerir internación dependiendo de su grado de gravedad”, detalló la especialista.

Dificultades económicas que derivan en enfermedades: una mujer saludable sorprendida por un caso de neumonía

Marcela tiene 40 años y vive en la Ciudad de Buenos Aires. Está separada y tiene dos pequeños hijos. Los nenes viven una semana con ella y otra con su padre.

La mujer, siempre saludable, fue sorprendida por un cuadro de neumonía los últimos días. Padeció tos persistente, fiebre y dolor torácico, entre otros síntomas, por lo que requirió atención médica.

Estoy con neumonía, tuve que comprar un antibiótico porque es un virus resistente y me salió $15.000”, contó Marcela a este medio.

La mujer agregó: “Me costó mucho hacerlo, pero finalmente pude pagarlo. ¿Cuánta gente no compra sus remedios por dificultades económicas?”.

Sin ir más lejos, la mujer confió que, por “miedo a los incrementos de la tarifa de la luz, no prendió su estufa eléctrica los últimos días cuando sus hijos no estaban con ella en su vivienda, lo que habría derivado en su caso de neumonía.

El caso de una jubilada: una insuficiencia respiratoria y el costoso medicamento al que debe recurrir

Por su parte, Nora, de 72 años, vive en el Gran Buenos Aires. Es una docente jubilada que padece la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), además de hipertensión arterial y una arritmia cardíaca.

A esta edad es muy común tener problemas respiratorios y coronarios. Producto de mi insuficiencia respiratoria, tengo que tomar un medicamento específico. Aquellos jubilados que podemos pagarlo, lo utilizamos porque previene incluso enfermedades respiratorias e infecciones como la neumonía”, dijo a crónica.com.ar la mujer.

Nora contó que se trata de un polvo que se inhala por la boca y genera una capa protectora en los pulmones.Es muy caro. Hay varias marcas. El que yo consumo cuesta 70.000. Es un 'puff'. Me dura un mes”, precisó la mujer, quien aseguró que se le hace muy dificultoso afrontar ese gasto.

En ese sentido, explicó: “No es cubierto al 100% por ninguna obra social ni prepaga. Tengo una cobertura médica privada, a la que derivo el aporte de mi obra social, y esa prepaga me cubre sólo el 40% del costo del medicamento”.

Yo tuve dengue y neumonía. Si no hubiera consumido ese polvo, habría terminado internada. Y las sucesivas bronquitis tampoco me llevaron a internación porque tomaba esa medicación”, finalizó la mujer.