Por Francisco Nutti
@franNutti

Luego de que la ONG Democracia en Red y la Asociación Civil sin fines de lucro O.D.I.A (Observatorio de Derecho Informático Argentino), lanzaran la campaña "Reconoceme", una iniciativa de concientización para advertir sobre los riesgos del sistema de reconocimiento facial, en relación con la privacidad de los ciudadanos, los derechos civiles y las libertades individuales, Cronica.com.ar se contactó con dos profesionales que trabajaron en el proyecto para repasar la información que lograron recabar. 

Cabe destacar que el sistema, que utiliza inteligencia artificial para identificar personas en espacios públicos mediante el análisis de características faciales capturadas por cámaras de vigilancia, fue objeto de controversias ante la ausencia de regulaciones y a los errores en la identificación.

Hoy por hoy hay más de siete millones personas cuyos datos personales fueron migrados en forma irregular desde el RENAPER hacia el sistema de reconocimiento facial”, dijo a este medio Florencia Caffarone, economista, directora de la organización Democracia en Red.

En ese marco, Tomás Pomar, actual presidente del Observatorio de Derecho Informático Argentino (ODIA), docente de las asignaturas "Derecho Constitucional" y "Justicia Digital" en la UBA, destacó: “es importante marcar que el sistema hace un scaneo de todas las personas que pasan frente a la cámara. Esto es parte del riesgo de estos sistemas los que, al margen de su riego intrínseco, son implementados sobre otros sistemas que acarrean problemas de seguridad e inconsistencias de datos de muchos años”.

Según explicó, el sistema puede arrojar falsos positivos. “Un problema serio es el que viene dado por los falsos positivos. Al respecto podemos señalar dos casos separados en el tiempo pero unidos en el drama: el de Guillermo Ibarrola y el de Nicolás Soria. El primero de ellos es un muchacho que trabajaba en una pollería y que, muy seguramente, jamás sospecho su historia sería publicado por la revista Wired o, incluso el Japan Times. Detenido en estación Constitución por personal policial con motivo de una alerta del sistema pasaría una semana complicada. Pasó seis noches en una comisaría de la ciudad acusado de haberse escapado de un penal donde debería estar cumpliendo sentencia por un hecho sucedido en Bahía Blanca. El día que descubrieron el error ya se encontraba el móvil del Servicio Penitenciario listo para llevarlo hasta el penal”. 

“Por otro lado, también podemos traer . esta discusión el caso de Nicolas Soria, quien fue detenido en su casa acusado de ser el autor del atentado con carta bomba al Presidente de la Sociedad Rural. Él, al igual que Ibarrola, nunca había estado preso, pero pasó casi 3 días privado de su libertad por un error del sistema”, indicó.

En Argentina, el SRF se implementó en 2019 con la intención de localizar a personas con pedido de captura. Sin embargo, el Observatorio de Derecho Informático Argentino presentó un recurso de amparo que logró la suspensión del sistema debido a graves fallas en su funcionamiento.

El año pasado, se comprobó que este sistema no cumplía con los estándares de seguridad adecuados y se detectó la presencia de datos de personas que no formaban parte de la base del Sistema de Consulta Nacional de Rebeldía y Capturas (Conarc). Esto no solo evidenció una falta de control, sino también un manejo inadecuado de la información personal.

Pero el caso argentino no fue el único. En marzo de 2024, la Unión Europea restringió el uso del reconocimiento facial debido a su potencial de afectar gravemente los derechos civiles. En el mismo sentido, la campaña busca sensibilizar a la población sobre la necesidad de un marco legal que regule el uso de esta tecnología en el país y evite los abusos por parte del Estado.

La recolección masiva de datos personales sin el consentimiento explícito de las personas es una realidad alarmante. Empresas privadas, contratadas por el Estado, manejan información sensible sin limitaciones claras ni regulaciones que protejan a los ciudadanos. Sin una regulación adecuada, las fuerzas de seguridad cuentan con una herramienta que tiene el potencial de causar un daño grave sin restricciones claras.

Otro aspecto preocupante es la pérdida de libertades individuales. El uso indiscriminado del SRF limita la libre circulación y otras libertades fundamentales. Las personas que son monitoreadas constantemente se ven afectadas por la vigilancia permanente, lo que genera un ambiente de control que coarta la autonomía de los ciudadanos.

Impacto en figuras públicas

Varias personalidades públicas fueron afectadas por el SRF. Figuras de la política como Axel Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner, del periodismo como Viviana Canosa, o de los negocios como Marcos Galperín han estado en la mira de este sistema.

Frente a este escenario consideran necesario hacer un llamado a la ciudadanía para que exija transparencia y rendición de cuentas por parte del gobierno en el uso de tecnologías de vigilancia. La recopilación de datos sensibles sin la supervisión adecuada es una amenaza para la democracia y la libertad. Por ello, es fundamental abrir el debate sobre el uso ético de estas tecnologías.

Bajo la consigna “el sistema de reconocimiento facial no reconoce tus derechos”. la campaña propone una acción concreta: la difusión de información sobre los riesgos del reconocimiento facial. A través de un código QR, las personas pueden acceder a más detalles sobre la iniciativa y compartir la información en redes sociales con el hashtag #RECONOCEME.