No hay dudas que Carolina Chiappetta es uno de los personajes más populares de las ediciones de Gran Hermano Argentina. A pesar de no haber llegado a la final, su figura hoy sigue siendo meme porque en septiembre de 2001, cuando salió de la casa, fue protagonista de una dramática escena por el atentado a las Torres Gemelas. El shock que le ocasiono el hecho fue tal que llegó a creer que su pareja de ese entonces había fallecido y que el mundo completo estaba en guerra. Finalmente, tras el incómodo momento que vivió, decidió alejarse de los medios de comunicación e inicio una nueva vida en el anonimato.  

Nació y creció en la localidad bonaerense de Ezeiza. Su familia era clase media y si bien tuvo una infancia feliz, cuando era chica paso un momento muy difícil debido a que falleció su padre. Al ser la única hija del matrimonio, su madre, que era una inmigrante italiana, se convirtió en su gran sostén y mejor amiga. A medida que fue creciendo, afianzó sus gustos por los aviones y por este motivo, trabajó en una compañía aérea. A pesar de que tenía una ocupación, sentía que su destino estaba un poco perdido y tomó la decisión de probar suerte en nuevos ámbitos. 

Una experiencia nueva 

Como muchos jóvenes del 2000, vio la publicidad de Gran Hermano y le pareció que era interesante poder vivir esa experiencia que era desconocida en Argentina, pero muy popular alrededor del mundo. Con 22 años se anotó en el casting y tras pasar varias rondas, quedó seleccionada como participante de la casa más famosa. En distintas entrevistas que dio la chica, contó que fue elegida porque tenía un perfil muy polvorito y se caracterizaba por el gran aire de hija única (no compartía nada).  

Desde que entro al reality quiso armar grupo porque tenía miedo de quedarse sola en el juego, sin embargo, la alianza le trajo consecuencias inesperadas. Si bien estuvo poco tiempo dentro del programa, jugó fuerte y fue una de las primeras personas en hacer un complot. En ese entonces, se culpó a Chiappetta, Magaly Rodríguez y Yazmín Schmidt de realizar que hizo una "jugada sucia" contra Ximena Capristo y Alejandra Martinez. Como consecuencia de lo ocurrido, fue nominada y luego eliminada. 

 ¿Una guerra fuera de la casa? 

Chiappetta estuvo en la casa 43 días encerrada en Gran Hermano y pensó que su destino iba a cambiar al salir del programa, sin embargo, la alegría de recontarse con su madre fue derrotada por un hecho completamente inesperado. Tras alguna preguntas generales, Solita Silveyra, quien era la conductora del certamen, le comentó que hacía pocos días hubo un enorme atentado que había azotado a Estados Unidos. "Tengo que darte una noticia que ha conmovido al mundo entero: dos aviones chocaron contra las Torres Gemelas, se derrumbaron. Imagínate cómo está el mundo, estamos todos rogando por la paz", comenzó explicando la actriz y le dijo: "Vas a tener que hacerte fuerte como todos nosotros". 

Tras escuchar lo sucedido, la joven no pudo contener las lágrimas y se largó a llorar frente a cámaras. Esta escena fue imagen en todos los medios de comunicación, pero para ella significó una gran ansiedad que debió ser tratada por los psicólogos que acompañaban a los participantes. Según se supo varios días después, la ex hermanita, se puso muy triste porque pensó que su exnovio, con quien había cortado al ingresar a la competencia, había fallecido en el terrible hecho terrorista. Asimismo, las fuertes palabras que pronunció la presentadora le hicieron creer que todo el planeta estaba en guerra. 

La vida después de Gran Hermano 

Luego de terminar su paso por el programa de TELEFE, tuvo la posibilidad de ser parte de otros proyectos televisivos como "Sentí el verano", "Videomatch", entre otros. Al pasar el tiempo, se empezó a sentir incómoda y pensaba que no tenía nada más para dar a los medios, entonces, poco a poco, se fue alejando de las pantallas. A pesar de que volvió a su vieja "vida", su autoestima se deterioró porque se sentía sola y perdida. Debido a su malestar general, tuvo graves ataques de pánico y fue tratada psicológicamente durante varios años. 

Después de un largo periodo con altibajos, pudo recomponer su vida y volvió a trabajar al Aeropuerto de Ezeiza, donde actualmente se sigue desarrollando como empleada. Asimismo, conoció un hombre con quien formó una familia y ahora es feliz.