La salud es la principal preocupación que invade a cada habitante de la localidad bonaerense de Zárate, producto de las carencias que se profundizan, día a día, en el hospital René Favaloro. Tanto el personal médico como sus insumos son por demás escasos, y en consecuencia recibir una atención o consultar a un profesional resulta una odisea para los vecinos, quienes imploran no enfermarse.

En sus caminos hacia el hospital, los pacientes se encomiendan a la suerte, la cual está escrita en la cartelera informativa, colocada a pocos metros del acceso principal. Allí tomarán cuenta si tienen la fortuna de poder ser atendidos en la guardia o en otras especialidades. En este sentido, Agustín, vecino de Zárate, detalló que “muchas veces necesité una asistencia de urgencia y me encontraba con el cartel que decía: ‘No hay guardia’. Es decir que vamos al hospital sin la seguridad de que haya un médico”. En este sentido, Sabrina, trabajadora de la salud de dicho establecimiento sanitario, reveló que “hemos tenido guardias descubiertas de médicos, por lo cual sufrimos agresiones al no poder atender urgencias; todo esto, por el devenir de los sueldos”.

Justamente, los salarios fueron el desencadenante más preponderante de una medida de fuerza que se extendió durante dos semanas, durante las que no se brindó ningún tipo de servicio, salvo la guardia, cuando dispone de profesionales. En referencia a ello, Sabrina remarcó que “ Zárate estuvo sin salud pública”.

A pesar del conflicto y los reclamos sindicales, la situación estuvo muy lejos de moderarse y la falta de doctores, por ende de turnos, y de insumos continuaron a la orden del día. Áreas como Pediatría y Ginecología funcionan una vez por semana, por lo cual se otorgan turnos con dos meses de posterioridad a su solicitud, y cuando la consulta se lleva a cabo, los pacientes chocan con otra cruda realidad: la escasez de materiales tan básicos como gasas, cintas, equipos de rayos, papel higiénico y lavandina, que tampoco había en los tiempos de pandemia más urgentes.

Este contexto desolador no es en exclusiva del Favaloro, sino también de las salas de primeros auxilios barriales, muchas de las cuales no se reabrieron luego del Covid 19. Por su parte, el servicio de emergencias médicas se lleva adelante sin presencia completa de doctores en las ambulancias. Una muestra de ello tuvo lugar el viernes 9 de diciembre, cuando un comerciante sufrió una descompensación, provocada por el disgusto y la angustia que el hombre experimentó al advertir que un grupo de personas se subió a la marquesina de su local durante los festejos por la clasificación de la Selección. Al lugar arribaron tres ambulancias, pero un solo médico. Con esas carencias, el hospital Rene Favaloro parece estar muy lejos de homenajear la excelencia profesional del recordado cardiocirujano.