El mejor modo de liberarse de un embarazo es parir. Para el papa Francisco, el aborto es una moda y suele compararlo con lo mismo que hacían los nazis para cuidar la raza, pero con guantes blancos.

"En el siglo pasado todos estábamos espantados. Hoy hacemos lo mismo". Él sostiene que cuando en las ecografías se ve que el niño no está bien, la primera oferta es tirarlo. "Para resolver una vida tranquila, se descarta a un inocente".

Recuerda que cuando era chico las maestras enseñaban lo que hacían los espartanos cuando una criatura nacía con malformaciones: lo llevaban al monte y lo arrojaban al vacío. "Hoy hacemos la misma atrocidad".

En más de una oportunidad se pregunta: "¿Por qué no se ven enanos en la calle? El protocolo de muchos médicos dice que viene mal, entonces, afuera". En la Santa Sede pidió que "los hijos se reciban como vienen, como Dios manda, como él permite".

Qué dice la Iglesia sobre la concepción de la vida

Es tan así que la postura definitiva de la Iglesia es que el embrión es un nuevo organismo que contiene el plan de vida completo del ser humano y que constituye el primer estado de nuestra vida. Esto lo sostiene la filosofía y la ciencia.

Nadie puede demostrar que exista el embarazo sin vida humana. Aún más es desde ese instante donde existe el primer diálogo con la madre a nivel sensorial. Esto es constitutivo en el niño en formación y es fundamental en el desarrollo social de la personalidad.

"¿Por qué no se ven enanos en la calle? El protocolo de muchos médicos dice que viene mal, entonces, afuera".

Ahí nace la alteridad, la conciencia de que existe el otro. En una democracia, la ley del aborto se legisla para captar más votos. Se fundamenta en que la vida humana puede eliminarse si así lo decide la mujer embarazada.

Está demostrado en todos los países y en el nuestro que la aprobación del aborto no solo no suma votos, sino que, como sucedió en la Argentina, los resta. Detrás de este lobby abortista hay poderosos intereses que contaminan a los legisladores, quienes se dejan corromper amablemente.

Una realidad

Ninguna religión está a favor del aborto. Todas se unen en diálogos y oraciones interreligiosas a favor de la vida. Negar que hay vida en el embrión es no saber, no querer saber nada o pretender adecuar la realidad a la ideología. La supresión de una niña o niño en formación en el seno materno, aun para el más verde de los ciudadanos, es algo violento, contrario a la bondad, a la belleza y a la justicia.

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El papa Francisco y una contundente postura sobre el aborto.

Por eso, la pura "ideología" construida por pensadores a sueldo que defienden a los grupos interesados en los negocios del aborto afirman que no hay supresión de la vida porque esta no existe hasta mucho después. Esto es mentir y falsear la verdad. Se entroniza la muerte.

Por A. B.