En una escena digna de “Relatos Salvajes”, en particular con el relato del popular ingeniero “Bombita”, una mujer protagonizó un violente episodio en el registro civil. Luego de frustrarse ante algunas complicaciones por un trámite, literalmente se sacó y comenzó a los sillazos contra los empleados que, en medio de la “balacera”, lograron filmar el momento.

Esta suerte de agregado de la película tuvo lugar en Mar del Plata, en particular en el Registro Civil Número 1, en la intersección de Independencia y Garay.

Según se puede apreciar en el filme, la mujer está discutiendo con un empleado, que comienza pidiéndole que no se ponga violenta. Acto seguido, hizo oídos sordos a la invitación y golpeó el plástico que los separaba. No contenta con esto, le arrojó una silla antes de intentar ser calmada por otras personas.

Cuando otro empleado comienza a pedir que filmen lo sucedido, cosa que ya estaba ocurriendo, a lo que la protagonista del video replicó “¡si hijo de puta, sí, filmame!”. Segundos después, tomó una botella de alcohol en gel y prácticamente todos los elementos que descansaban sobre un escritorio, para arrojarlos contra todos los presentes.

¿Cómo comenzó la violencia en el registro civil?

Según el medio 0223, todo inició cuando la mujer quiso tramitar una rectificación de la partida de nacimiento de su hijo y le informaron que ese no era el lugar apropiado para realizar dicho trámite. Resulta que el padre del chico es oriundo de Chile, por lo que le indicaron que se dirija al Consulado.

La respuesta del registro civil

Luego del episodio, las autoridades lanzaron un comunicado indicando que “el día de la fecha, ocurrió un nuevo episodio de violencia en las oficinas del Registro de las Personas”.

“En este caso, en particular, la ciudadana involucrada necesitaba actuar la rectificación de una partida de nacimiento, no contando con la totalidad de la documentación necesaria para ser presentada en forma. (…) Ante el intento del agente registral de explicarle la situación, se desató una situación de agresión contra los agentes que se encontraban presentes en la oficina”, agregaron.

En adición, defendieron el accionar de sus empleados, ya que “es obligación del Registro cumplimentar con la normativa vigente y revisar que se encuentren acreditados los requisitos necesarios para cada uno de los trámites que se efectúan”.

¿Cómo terminó esta historia?

Horas después, uno de los testigos contó que la mujer “reaccionó mal porque, según dijo, alguien le había dicho que se podía hacer ahí. Pero después, unos trabajadores de la dependencia pudieron hablar con la mujer, que admitió que reaccionó mal. Quedaron en tratar de ayudarla para encauzar el trámite y ver cómo podían ayudarla”. “Se fue pidiendo nuevamente disculpas”, finalizó.

La furia en el registro civil de Mar del Plata