Un dramático episodio ocurrió en el  en el Jardín de Infantes Nº 916 de Claypole, partido bonaerense de Almirante Brown, donde un nene de cinco años cayó en un pozo séptico de cinco metros de profundidad. Afortunadamente, el menor fue rescatado por los bomberos y resultó ileso.

El hecho ocurrió el lunes alrededor de las 13, cuando el menor que tiene autismo, salió del aula y caminaba por el patio de la institución, cuando se topó con una gran grieta en el suelo. Al pasar por encima, el suelo cedió y el nene cayó en su interior.

Impactante rescate del cuartel de Bomberos Nº2 de Almirante Brown.

Muerto de miedo, comenzó a gritar, y las maestras del jardín al escuchar los gritos de auxilio, corrieron a socorrerlo e intentaron salvarlo con una soga. 

Minutos antes de la llegada de los rescatistas, la mamá y la abuela del menor llegaron al jardín para tranquilizarlo: "'¡Abu ayuda!', me gritaba", contó la abuela.

Inmediatamente se hizo presente el cuerpo del cuartel de Bomberos Nº2 de Almirante Brown, donde sonó la sirena de alarma. Al llegar al lugar, los rescatistas despejaron la zona, por peligro de derrumbe, y mediante la utilización de cuerdas y de elementos de rescate, un bombero ingresó a la fosa y asistió al menor al que lograron rescatar del agujero.

Tanto las autoridades como los familiares del niño indicaron que los bomberos llegaron rápido y lograron rescatarlo. Además, agradecieron el rápido accionar: “No pude acercarme porque el pozo se podía desmoronar con él adentro. Estaba sostenido por una cuerda y teníamos miedo de que se le cayera toda la tierra encima”, contó Gabriela, mamá del chico.

Una vez que lograron sacar al nene del pozo, este fue trasladado a un hospital de la zona, donde se sometió a una serie de estudios y exámenes médicos para descartar lesiones en su cuerpo.

Además, según comunicaron los familiares del niño, el menor que se encuentra dentro del espectro autista, requirió una atención especial después de su rescate, y mucha contención. También, debido a la contaminación del pozo, le recetaron medicamentos a modo de prevención.

Su abuela, aliviada porque su nieto está bien, se mostró enojada por la situación: "Gracias a Dios llegaron los Bomberos rápidos y pudieron sacarlo. Todo salió bien por suerte. Igualmente, desde el municipio deberían hacerse cargo por esto".

Además, la mujer relató cómo vivió el momento: "Para mí fue terrible. Hasta hoy no puedo reaccionar. Verlo ahí dentro y que escuche mi voz... Yo le hablaba y le decía que iban a venir los Bomberos de Pepa Pig a rescatarlo. Le agradezco a la seño que le tiró la soga y a los Bomberos". 

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