Murió el actor Raúl Calandra, quien brilló en "El asadito" y "Algo habrán hecho"
La Asociación Argentina de Actores confirmó el deceso del reconocido y muy querido actor Raúl Calandra, quien tenía 62 años al momento de su fallecimiento. Conocé su carrera profesional.
Hace unas horas, la Asociación Argentina de Actores confirmó el fallecimiento de Raúl Calandra. Fue a través de un sentido posteo en sus redes sociales donde anunciaron que el actor de 62 años había partido.
“Lamentamos el fallecimiento del actor Raúl Calandra, afiliado en nuestra Delegación Rosario, quien desarrolló una destacada trayectoria artística con proyección nacional en cine, teatro y televisión. Nuestras sentidas condolencias a su familia y seres queridos”, escribieron desde la cuenta oficial de la organización.
Quién era Raúl Calandra
Raúl Calandra nació en 1961, en Rosario, su reconocida labor cinematográfica incluyó una larga lista de títulos, muy reconocidos a nivel nacional.
De su obra cinematográfica, se pueden destacar las incursiones bajo la dirección de Néstor Zapata: Milagro de otoño (2020), “Sueño de barrio” en Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo (2017) y, una joyita, Bienvenido León de Francia (2014), donde el actor brilló como protagonista y da vida a un personaje entrañable, de cuño radial y popular. Zapata, de hecho, ya lo había dirigido en este mismo papel en teatro (a partir del texto que Zapata comparte con Chiqui González), y en una trayectoria en las tablas que incluye Manuel, las últimas batallas; La Forestal; Homero del alma; Evita: imágenes sensibles; Tupac: Cenizas y memoria de América.
Pero eso no es todo, los amantes del teatro o sus fanáticos también lo pudieron ver en obras como Sopapo y Milanesa –junto a Carlos García, sobre texto de Fontanarrosa–; Fontanarrosa grandes éxitos –en compañía de Roberto Agüero–; Humores compartidos –a partir de monólogos de Fontanarrosa y Luis María Fittipaldi–; Iniciación –que integró la Cocina de los Dramaturgos–, Esperando la carroza –adaptación y dirección de Leandro Maccagno–, y Proyecto Vestuarios –de Javier Daulte, con dirección de Romina Tamburello–.
Raúl también nos dio el placer de compartir su trabajo en la pantalla chica y lo pudimos ver en programas como Tiempo final, Epitafios, Algo habrán hecho, Maltratadas, entre otros. En el cine, tuvo además un protagónico compartido con Fabio Posca en Lucho y Ramos (2010, Leonardo Calderón), y participó de los elencos de títulos como Fantasmas de la noche (2009, Santiago Oves), Sola contigo (2013, Alberto Lecchi), ¿De quién es el portaligas? (2007, Fito Páez), Olmedo, el rey de la risa (2018, Mariano Olmedo), Un crimen argentino (2022, Lucas Combina), y la producción rosarina La vida que siempre soñaste (2022, Germán Carver), que lo incluye de manera privilegiada en uno de sus segmentos. La serie web rosarina Bares, contó con Calandra para uno de sus mejores episodios, en compañía de Julián Sanzeri y con dirección de Gino Bellofatto.
Tampoco podemos olvidar su participación en cortos y mediometrajes como Trece segundos (1995, Maximiliano González), Cosecha (1995, Claudio Perrín), Maricel y los del puente (1999, Daniel Mancini); primeros trabajos de directores con un recorrido posterior mayor. En algunos casos, Calandra volvería a trabajar con ellos, como en Cobani (1998, Perrín y Roberto Bianchi), su protagónico en Diez mil atados (2006, Daniel Mancini), o la participación en La guayaba (2012, Maximiliano González).
El realizador Héctor Molina contó con él para Ilusión de movimiento (2002), y con Gustavo Postiglione fue con quien sostuvo la mayor colaboración artística.
Entre cientos de mensajes de despedida que circulan por las redes, el de Postiglione sobresale por ser uno de los más sentidos: “Se nos fue un amigo y un enorme actor. Demasiado pronto. Todavía nos debía unas cuantas películas y obras de teatro. Lo conocí a Raúl Calandra hace más de treinta años y en todo este tiempo compartimos más de una docena de proyectos (cine, televisión, teatro). Puedo decir sin equivocarme que era de los pocos actores que podían jugar en toda la cancha y hacerlo bien, algo que sucede muy de vez en cuando. Podía ir al arco, jugar en el mediocampo o hacer los goles como un número 9. Desde el abogado chanta de El Asadito al periodista con males de amores de El Cumple, el director perdedor de Insensatez o el actor desorientado de la versión de Macbeth que hicimos para Canal 7, como tantas obras o películas que hizo con compañeros y colegas”.
Luego siguió: “Estoy convencido de que era uno de los tres o cuatro grandes actores de su generación en Argentina. Hacía bastante que no coincidíamos en algún proyecto, pero cuando la pandemia nos dejó un respiro lo llamé para que participe de la experiencia de una película en vivo y se enganchó enseguida. Estábamos entusiasmados de volver a trabajar juntos después de mucho tiempo, pero un problema de salud le impidió hacerlo. Luego ya recuperado, pensamos en hacer otra cosa, nos debíamos ese trabajo. De hecho hace poco volvimos a charlar y hablamos de armar algo, pero fue una de esas charlas con buenas ideas que no se terminan de concretar porque se cree que habrá tiempo para hacerlo, pero el tiempo pasa y a veces no reparamos de nuestro paso efímero por esta tierra”.
Y cerró: “Escribo esto en una madrugada triste, porque es la manera que encuentro para despedir a un amigo y compañero de trabajo y andanzas. Chau Raúl, me quedo con tantas anécdotas juntos, con el recuerdo de tu humor ácido y con las películas en las que podemos volver a verte una y otra vez para disfrutar de tu talento y recordarte con una sonrisa”.
Por su parte, la directora de cine y teatro Romina Tamburello, que contó con Raúl Calandra en el proceso de ensayos original de Proyecto Vestuarios que, precisamente, el actor debió abandonar por la reaparición de su enfermedad, expresó: “La pérdida de Raúl duele más como amiga que cómo directora. Porque antes que un actor impresionante, era un tipo con un humor y una genialidad deslumbrantes. Leal, honesto, amoroso, generoso con lo que sabía y con hambre de cosas nuevas. La mayor virtud de «Calander» era que sabía ser amigo de sus amigos”.
Finalmente expresó: “En el proceso de los primeros ensayos de Proyecto Vestuarios, en 2019, se hizo de un nuevo grupo de amigos que lo amaba y hoy lo llora sin poder dejar de sonreír cuando nos acordamos de sus frases ácidas y de su humor incorrecto”.
Por su parte, la actriz Lorena Rey, integrante del elenco de “Vestuario de mujeres”, del referido Proyecto Vestuarios, expresó conmovida: “Raúl, Raulo, viejo canchero, amigo de los que no abundan, gran confidente, muy genuino para este mundo duro. Sensible como deberían ser todes. Un tipo con gran corazón, un artista, un amigo inolvidable. Buena gira Raulo, te voy a extrañar”.