Lo que debía ser un paseo de diversión y relajación terminó de la peor manera en el sur de nuestro planeta, ya que dos turistas estadounidenses que realizaban un crucero por la Antártida, fallecieron al darse vuelta en el mar un bote semirrígido en el que participaban de una excursión.

Las víctimas, dos hombres de 76 y 80 años, cuyas identidades no fueron reveladas, viajaban a bordo del “M/V Word Explorer”, un crucero antártico de origen portugués que realiza viajes polares para la empresa “Quark Expeditions” utilizando como base de operaciones a la ciudad de Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego.

Voceros judiciales informaron que un grupo de pasajeros salió del buque en una embarcación de menor tamaño, tipo Zodiac, para concretar una excursión por aguas del Continente Blanco.

Por razones que se tratan de establecer, y que según las primeras hipótesis podrían deberse a una mala maniobra o haber quedado muy cerca de la costa en la zona de rompiente, el bote se dio vuelta y los turistas cayeron al agua helada. La mayoría de las personas pudieron ser rescatadas con vida, pero los dos estadounidenses fallecieron.

Investigación en marcha

En tanto, el Word Explorer retornó a Ushuaia este sábado a las 2.50 de la madrugada y permanece amarrado en el puerto, al tiempo que el incidente dio lugar al inicio de una causa penal que se tramita en el Juzgado Federal de la capital fueguina, con intervención del juez Federico Calvete y el fiscal Juan Soria.

Según las fuentes consultadas, el sumario para recoger los testimonios y pruebas quedó en manos de integrantes de la Prefectura Naval Argentina (PNA), en tanto que también se dispusieron las autopsias a los cuerpos de las víctimas.

Una parte del lujoso crucero (Imagen ilustrativa).

De acuerdo a varios sitios navales especializados, el Explorer es el primero de siete buques de expedición con capacidades polares de la compañía portuguesa Mystic Cruises.

Cabe destacar, que la embarcación posee 126 metros de largo y capacidad para 176 pasajeros que viajan en camarotes con vistas al exterior y en la mayoría de los casos poseen terrazas privadas.

Entre los servicios que ofrece el crucero se encuentra una pista para correr, un pequeño gimnasio, un spa, un solarium con dos jacuzzis, una piscina exterior climatizada, un casino, una tienda, un bar, un restaurante, una sala de juegos de mesa, una biblioteca y una sala de conferencias.