Paren la moto, es el ruego de los motociclistas tras el brutal asesinato del empresario Andrés Blaquier. Un extremo suceso, que profundizó los temores de quienes disfrutaban desplazarse en dos ruedas, y por estas horas lo hacen acompañados, ante el peligro de perder sus vidas.

Por eso, algunos optan por los paseos en moto en grupo, pero cada vez son más los que han tomado la determinante decisión de abandonar su pasión.

Masiva marcha de motociclistas para pedir justicia por crimen del empresario Andrés Blaquier.
Masiva marcha de motociclistas para pedir justicia por crimen del empresario Andrés Blaquier.

En la tarde del último martes, el empresario agropecuario Andrés Blaquier fue ejecutado a balazos, en la autopista Panamericana, a la altura del kilómetro 50.

La víctima se movilizaba en su moto BMW 1200, la cual habría sido objeto de codicia de los asesinos, quienes dispararon cuatro impactos de bala, al menos, ante un supuesto intento de resistencia. 

Un sangriento episodio delictivo que desencadenó el repudio y diferentes manifestaciones de bronca en el mundo motociclista, en las diferentes redes sociales. 

Una de las más elocuentes y lapidarias expresaba que “habrá que estar armados, yo no voy a dejar que me maten, ni andar en moto por dos que ni les importa la vida de los demás”. No obstante, se reiteraban los lamentos por no poder transitar en moto con tranquilidad plena. 

En este sentido, Roberto, propietario de una moto similar a la de Blaquier, dejo en claro que “nos coartan la libertad de andar en nuestros rodados. Esto nunca lo vivimos”.

Miles de motociclista manifestaron por el crimen de Andrés Blaquier.
Miles de motociclista manifestaron por el crimen de Andrés Blaquier.

Por los sucesivos hechos violentos que padecen los motociclistas, el hombre reconoció que “hoy en día tenemos en claro que hay que salir en grupos”. 

En su caso, él reconoció que, a modo de prevención, “tomo Libertador y Lugones para ir al centro, pongo mucha atención, y viajo con mucha tensión, mirando para todos lados, con el fin que no se me acerque una moto”. 

 

Por su parte, Guillermo, mecánico de motos, reveló que “muchos no quieren andar en moto, otros prefieren hacerlo en grupo. Yo voy atento, y si viene una moto con dos a bordo, creo que me van a robar. Igual, a pesar de la modalidad que uno use, siempre nos sentimos expuestos”.

Un infierno que padecen por el simple deseo y misión de los ladrones de incrementar su reputación delictiva, y presumir su botín. 

"Las roban para florearse arriba de una BMW"

Al respecto, Jorge Vidal, especialista en Seguridad Pública, consideró que “son robos para las redes sociales, porque la muestran y se deshacen de ella”. 

En coincidencia, Roberto, motociclista, enfatizó que “las roban para florearse arriba de una BMW, las usan y solo van un par de días presos”.

Sin embargo, Vidal también hizo referencia a otros causales, que en menor medida, potencian los robos de motos de alta cilindrada, cuyo valor oscilan entre los 30 y 40 mil dólares. 

En primer lugar, el también Analista en Inteligencia Delictual señaló que "están robando para demostrar que se puede hacer, porque las motos aparecen nuevamente, muchas de ellas desarmadas". 

Pero los ataques pueden gestarse por el fin “de quedarse con los cascos, los intercomunicadores y la ropa, que suelen costar entre los 200 y los 400 mil pesos”.

El empresario Andrés Blaquier murió en el hospital Sanguinetti (Archivo).
El empresario Andrés Blaquier murió en el hospital Sanguinetti (Archivo).

Un contexto desolador que golpea día a día a los apasionados de andar en dos ruedas, como ellos mismos lo reconocen. Es el caso de Roberto, quien confesó invadirlo la “desazón, desilusión, puesto que muchos amigos han dejado de andar en moto”. 

Por su parte, Guillermo, mecánico de esta clase de rodados, manifestó que “acá una moto sale el doble que en cualquier otro país, es decir, que desde el momento que las compras ya sos robado, y ahora se le suma que te roban en la calle con el peligro de que te peguen un tiro”.

Bajo ese temor tan intenso, transitar en alta cilindrada no resulta tan placentero, sino una convivencia con el peligro más irremediable.

Por M. R.