En tiempos donde uno ve todo tipo de grietas en diversos ambientes, hay pocas personas que pueden "unir las partes" y seguramente uno de ellos fue Martín Carrizo, quien fue un talentoso baterista que tuvo el honor de tocar junto al Indio Solari y Gustavo Cerati, y de alguna manera equilibrar ese superclásico que fueron en la década de los 80 y 90, Soda Stereo y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

El músico además fue baterista de la banda de metal A.N.I.M.A.L. (entre 1992 y 1997), del guitarrista Walter Giardino con su banda Temple. Además, junto a su hermana "Caramelito" participó como productor, componiendo y produciendo la gran mayoría de sus canciones apuntadas al público infantil.

A lo largo de su carrera, el artista participó del disco "Bocanada", de Gustavo Cerati, y fue ingeniero de grabación, mezcla y mastering de los álbumes "Porco Rex", "El perfume de la tempestad", "Pajaritos, bravos muchachitos" y "El ruiseñor, el amor y la muerte", del Indio Solari. Además, trabajó con Abel Pintos en "Cosas del corazón" y con Benito Cerati en "TripTour".

Es por eso, que tras haber unido a dos potencias musicales como Solari y Cerati, es que Martín Carrizo se ganó el respeto de toda el ala musical nacional, porque en su entrega y pasión como baterista, demostró que no había dos facciones, simplemente variados gustos musicales que con el tiempo unificaron la pasión del público rockero.

Por tal motivo y tras luchar durante largo tiempo contra la  Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) (la cual le fue diagnosticada en 2015), Carrizo dejó un legado armónico y musical que es valorado por todo tipo de género en nuestro país, y después de conocerse la troste noticia de su fallecimiento, las muestras de amor y despedida no tardaron en llegar, y no era para menos, porque se trató de un pacificador que amaba su arte, el de tocar la batería.

“Martín falleció hoy 11 de enero a la madrugada. Su amor, su sonrisa, su música queda en nosotros para siempre”, escribió en las redes sociales su hermana, Cecilia Carrizo, más conocida como Caramelito, quien agregó emotivamente “Decime, por favor, por dónde sigo”.