Por Tony Ortiz
Director de Arte
@ortizandreuton

Las tapas de este matutino todos los días dan fe de que el mostrar y visualizar es desde sus inicios la fórmula certera para contar un hecho o acontecimiento. Cruda, directa, emotiva, atrevida y hasta disruptiva son sólo algunas de las reglas indiscutibles a cumplir para el armado esencial de nuestra portada. Ya lo decía su fundador Héctor Ricardo García: “El idioma argentino será nuestra manera de decir las cosas. A la verdad hay que gritarla en su mayor sencillez”. Los titulares cortos pero de alto impacto cumplen hasta el día de hoy esa teoría.

Otro elemento indiscutible y hasta fundamental es la fotografía. En más de un acontecimiento, una imagen puede decir más que mil palabras. Con estos dos conceptos podemos encontrar portadas históricas con tan sólo una palabra en su titular, así lo fue la del 2 de julio del año 1974 donde nuestros queridos e insustituibles “canillitas” voceaban el fallecimiento del General Perón, el impactante “MURIÓ” lo decía todo.

Otro claro ejemplo pero esta vez enfocado a la fotografía o imagen es la del día 1° de diciembre del 2017 donde todos lamentábamos el comunicado de la Armada sobre los tripulantes del ARA San Juan. La elección fotográfica del submarino en blanco y negro sobre un mar calmo y el título 44 HÉROES” haciendo honor a los mismos ponía punto final a todo lo demás. Estos son sólo un par de ejemplos que demuestran un poco lo aprendido de esta escuela.

Pero existe un tercer requisito a cumplir y tal vez el más difícil de lograr al momento de crear y armar la tapa del diario. Los que hacemos todos los días esta tarea lo llamamos el “ADN Crónica”. Nosotros no sólo comunicamos las noticias, nos hacemos piel con cada una de ellas, fue así que nos emocionamos hasta las lágrimas con la obtención de la copa del mundo en el Mundial de Qatar. También nos quebramos con el atroz final del pequeño Lucio Dupuy asesinado por su progenitora y su pareja.

Cada tapa realizada a lo largo de este más de medio siglo de existencia de Crónica respeta esta fórmula. El mensaje directo, una imagen que hable por sí sola y el sentir cada noticia como si nosotros fuéramos los protagonistas. Así fue y es que la gente o nuestros lectores nos siguen y acompañan incondicionalmente hasta el día de hoy. Nada pudo ni puede frenar este fenómeno.

A lo largo de todos estos años surgieron algunos que quisieron imitarnos o desplazarnos pero quedaron en el camino. Una pandemia que aterrorizó, frenó y encerró al mundo no detuvo a nuestros fieles que se las ingeniaban para tener su diario sobre la mesa todos los días. Se nos infla el pecho cuando vemos nuestras tapas enarbolando como banderas los reclamos de justicia en marchas populares como en el caso de la tragedia de Cromañón.

Diario Crónica a lo largo de su historia fue criticado y hasta marginado por su estilo y manera de mostrar y decir las cosas. Hoy todos quieren ser crudos, directos, emotivos, atrevidos y hasta disruptivos, seguramente lo serán. Lo que no podrán es sentir a fuego el ADN y compromiso que tenemos con la gente. Fuimos, somos y seremos la voz del pueblo, su historia lo acredita.

Por T.O.