La explosión de la nueva edición de Gran Hermano, marcó una interesante agenda en los medios de comunicación, debido a que todas las semanas se mantienen altos niveles de rating en las galas.

El formato de Gran Hermano tiene más de 20 años en televisión, y atrae por el interés de ver como intentan convivir personas completamente desconocidas, sin saber nada de lo que sucede en el exterior. 

Semana tras semana, ex participantes del reality y columnistas de televisión debaten como actúa cada uno de los actuales hermanitos o son ellos quienes mencionan a jugadores de ediciones pasadas, como referencia del juego, mentores o simplemente para recordar la manera que tenían de interactuar en la casa. 

El subcampeón de la edición 3, emitida en el año 2002, Mauricio Córdoba, aseguró que “vivió una vida holgada en la que pudo ahorrar mucho”, luego de su paso por la casa más famosa del país y que en la actualidad se desempeña como tatuador. 


La fuerte historia de vida de Mauricio Córdoba

Córdoba ingresó al reality luego de la pérdida reciente de su madre, sin casa y ni plata, a los 22 años, y recordó que además lo convocaron para ser parte del ciclo televisivo porque a los cuatro años lo abandonó el papá. 

“Sufrí mucho en Gran Hermano, porque entre con una historia de vida muy difícil”, reconoció el subcampeón de la tercera edición del programa, que se emitió en el año 2002 y tuvo como ganadora a Viviana Colmenero.

Mauricio Cordoba al ingresar al reality
Mauricio Córdoba cuando entro en Gran Hermano, en 2002

 
El participante aseguró que en la casa tenía varios piercings en la cara porque “se hacía uno por cada vez que sufría en la vida”, y en una entrevista con LAM manifestó que “tiene un hijo de 14 años” pero que no tiene “una buena relación con la madre, luego de que se separaran”. 

La inversión que realizó con el premio 

El tatuador recordó que recibió alrededor de 15 mil dólares cuando finalizó su participación en el reality, motivo por el cual estuvo cuatro años sin trabajar, recorriendo boliches y lugares de argentina

“Vendía lencería antes de ingresar a la casa, y con parte del premio me compré una flota de máquinas industriales para reinvertir”, sostuvo, y recordó que no se compró ninguna casa, sino que un vehículo.