"Desde que tengo uso de la razón, dibujo y pinto", confesó a Radio Voz Pedro Sainz, el diseñador detrás del producto argentino que promete revolucionar el mercado de los termos. Lo que comenzó como un hobbie infantil pronto maduró en una vocación, llamado que llevó a un joven Sainz a mudarse de su Tandil natal a la Ciudad de Buenos Aires, donde tras mucho trabajo le llegaría una oportunidad de oro.

El joven tandilense comenzó la carrera de Diseño Industrial en la UADE, y en su tercer año decidió apostar por un diseño propio. La idea nace de manera cotidiana, cuando él y su hermano intercambiaban mates y comenzaron a imaginarse un método más simple de preparar el agua para la infusión.

Mi hermano me preguntó si no podíamos tener un método más simple y cómodo. En 2017 estaba estudiando diseño industrial y me postulé para un concurso con el diseño del termo MOVE”, contó el inventor a La Nación. El producto de horas de trabajo, pasadas planeando en los apretados colectivos que lo llevaban y traían de la facultad a su trabajo en la firma Zanella, terminó siendo seleccionado por la empresa de electrodomésticos Peabody. Pero el trabajo recién comenzaba.

El paso del proyecto a la línea de producción no fue inmediato y exigió un proceso con diferentes cambios y mejoras: una base integrada para calentar el agua, una tapa más grande y diferentes modelos de manija. "Sin un trabajo en equipo no hubiese sido posible. Además, Dante Choi, dueño de Peabody, es una persona que siempre va para adelante, se involucró en la decisión de fabricar el producto", agregó Sainz.

Pedro Sainz, la mente detrás del termo inteligente, junto a Dante Choi, dueño de Peabody. (Instagram: @petersainz)

El producto final, que ya está en mercado, es un termo inteligente y liviano capaz de calentar el agua a dos temperaturas diferentes, dependiendo de las necesidades del consumidor: "A simple vista se percibe como un termo normal, pero es un desarrollo innovador, que hasta ahora no existía en el mercado", aseguró el inventor de 25 años.

Con un peso de 920 gramos, el diseño final cuenta con un indicador luminoso de temperatura para el mate, a 75 grados, o café en su punto alto, a 92 grados. Además de contar con una tapa de acero inoxidable que se transforma en mate, acompañado por una bombilla metálica, Sainz destaca el pico vertedor, diseñado para liberar el vapor y evitar que el usuario del termo se queme con agua caliente por la presión interna del vapor dentro del producto.

El termo viene acompañado por una tapa de acero inoxidable que se convierte en mate, con una bombilla a juego.

Sainz informó que Peabody planea llevar el producto a los Estados Unidos, buscando competir contra las más reconocidas marcas de termos durables, como la Stanley. Pero el inventor no descarta la Argentina, ya que también estará disponible en todo Sudamérica:

"La Argentina es un país complicado, pero también tiene muchas oportunidades", destacó en diálogo con La Nación. "Buscamos que la marca tenga una proyección internacional, con colaboraciones que estamos trabajando con diferentes empresas", agrega el creador tandilense.