El polo es un deporte que los Heguy llevan en la sangre y que practican tan naturalmente como cualquier argentino con el fútbol. A sus 11 años, Pedrito no se sentía desencajado arriba de su caballo mientras participaba de un amistoso partido entre sus familiares y allegados. Sin embargo, el 5 de febrero de este 2021, ocurrió una tragedia en el núcleo del campeón del Abierto de Palermo Eduardo “Ruso” Heguy: su joven hijo cayó violentamente de su caballo, lo que le provocó una doble fractura en la base del cráneo.

El accidente tuvo lugar en el Club Chapaleufú de la ciudad pampeana de Intendente Alvear, a unos 180 kilómetros de Santa Rosa, la capital provincial. La mamá de Pedro Heguy, Paz, es fotógrafa, y ese día –cuenta “el Ruso”- capturó toda la secuencia con su lente: “Tiene las fotos de su caída. Lo vio perfectamente, todo. Le pasó las fotos a una sobrina por si alguna vez Pedro las quería ver y las borró de su cámara”, explicó al diario La Nación. Según cuenta, su hijo, una vez recuperado, las vio una vez y no las volvió a pedir. Pedro vio las fotos y no dijo nada, sólo un ‘ah, mirá vos’. Le sirvieron para entender la historia, aclaró.

Lo que ocurrió tras la caída del caballo y el fuerte golpe que lo dejó insconciente fue como para rodar una película emotiva de supervivencia y fortaleza y unión familiar. Y es que Pedrito, como lo apodan sus seres queridos, atravesó un largo proceso de recuperación y rehabilitación, que al día de hoy sigue en pie.

Internado en el Hospital Universitario Austral de Pilar, Pedrito se recuperaba con la compañía de sus hermanos y su mamá. (Fuente: Instagram @rusoheguy)

Primero pasó por varias internaciones en distintos hospitales de su provincia (Reumann Enz, en Intendente Alvear, y Lucio Molas, de Santa Rosa) hasta estabilizarle la presión cerebral. Luego, atravesó una operación para descomprimir los hematomas que le habían dejado las fracturas en el cráneo. Pasado eso, fue trasladado en un avión sanitario al hospital Austral de Pilar, en Buenos Aires, donde su familia experimentó días y noches de terror y angustia por la incertidumbre. Las cadenas de oración se multiplicaban cada vez que su papá enviaba por WhatsApp videos e imágenes contando el avance de Pedro, quien seguía en coma farmacológico. Ante una evolución lenta, el joven fue trasladado a la clínica de rehabilitación Fleni Escobar.

Gracias al trabajo de los médicos y el apoyo incondicional de su numerosa familia y amigos, Pedrito logró despertar y recuperarse paulatinamente. Tras aquel fuerte golpe que sufrió en los primeros días de febrero de este año, el 1° mayo volvió a casa, con muchos recaudos.

De los medicamentos que tenía que ingerir en un principio, sólo le queda uno permanente, para las convulsiones, cuyo tratamiento deberá seguir por un par de años. En julio sufrió una nueva operación para colocarle una prótesis de plástico rugoso, sobre la cual irán creciendo los huesos de la zona. También incorporó sesiones de kinesiología, deportes como el tenis, para ayudar en la parte motriz y reducir el incremento de peso que tuvo en todo este proceso, de aproximadamente 15 kilos.

Así luce el joven hoy, tras haber padecido una terrible caída.

No obstante, ahora, mucho más motivado desde que regresó a su casa y se reencontró con sus mascotas, familiares y amigos, tiene en mente retomar sus clases de matemáticas para estar “afilado” en el comienzo de las clases 2022, según indicó Eduardo Heguy. También deberá compensar el tiempo de reposo con actividades físicas, ahora con impacto, ya que hasta hace una semana todavía no podía trotar. Y el medio asegura que neurológicamente está muy bien.

Qué es de la vida de Pedrito Heguy tras sobrevivir de una caída de un caballo

Por fortuna, o “de milagro”, como dice su familia, Pedro es un niño feliz que continúa con su vida sin grandes complicaciones. El 28 de octubre pasado cumplió 12 años rodeado de sus seres queridos, y se muestra fuerte como un árbol pese al traumático hecho que vivió hace pocos meses.

Esto se evidenció cuando, en diálogo con el diario, afirmó estar muy entusiasmado por “volver a La Pampa” (pasó la última  Navidad en La Cumbre, Córdoba) para “subirse a un caballo. Y es que no le teme a aquel animal que tantas alegrías y glorias aportó a sus congéneres.

“No sé, capaz que espero una semana o dos para empezar a montar. Y arranco tranqui, al galopito. Suave. Y después taquear un poco. El médico me dijo que vaya tranquilo, al galopito”, expresó el muchacho, y cerró con una frase motivadora de cara al 2022 y el diagnóstico de su médico: Dijo que el año que viene voy a poder jugar torneos. Y eso me pone muy contento, concluyó.

Pedro Heguy, a la derecha con un buzo azul y rayas blancas, disfrutó de la Navidad en Las Cumbres, Córdoba, con su familia.

Eduardo "Ruso" Heguy, padre del nene, expresó la emoción que vivió su familia este 25 de diciembre por haber podido celebrar una Navidad con todos y con buena salud en la ciudad cordobesa en la que alzaron las copas: “Estas épocas de brindis y balances es de mucho agradecimiento”.

“Fue especial, claro. Pasamos una experiencia muy dura, brava, pero con muchas enseñanzas y mucho para agradecer. Para realmente considerar las cosas que son importantes en la vida. Agradecer todo el apoyo de la gente, personal de salud, médicos, enfermeros, amigos, la familia. A la gente que nos sigue parando y dicéndole la alegría de verlo, que rezaron mucho por él. Pedro se sigue sorprendiendo. Él no vivió todo eso, nosotros sí. Estamos eternamente agradecidos por el apoyo y la buena energía que recibimos”, cerró.

Este fin de año, Pedrito, su padre campeón y su familia disfrutará de un cierre en su hogar, Intendente Alvear, donde lo esperan tras esta escapada de vacaciones con los brazos abiertos.